Ochenta kilos de residuos, en su mayoría plásticos. La recogida de la quinta y última jornada de limpieza del río Gafos fue exigua, muy alejada de las toneladas de basura que se retiraron años atrás del cauce, y en opinión de Gonzalo Sancho, presidente de la Asociación Vaipolorío, la mejor noticia posible. "Es nuestro gran éxito", señala, "que cada vez hay menos que limpiar".
Los 22 voluntarios que participaron en la jornada de limpieza, que contó con la colaboración de integrantes de la Asociación Juan XXIII, se organizaron en tres grupos y trabajaron en la zona más alta del río, un tramo rural entre Casal do Río y Figueirido. Uno de los equipos se dedicó exclusivamente a la retirada de árboles caídos sobre el cauce.
Trocearon los troncos y ramas, que fueron depositadas en los márgenes "para que puedan ser utilizados por los dueños de las parcelas o por los vecinos de la zona", señala Gonzalo Sancho, que resumía la campaña señalando que "estamos encantados, en primer lugar porque vemos que vienen a las limpiezas no solo incondicionales sino gente nueva, y también por el deber cumplido: nuestro éxito no es retirar basura del río sino comprobar que no hay que retirarla".
El caudal ha mejorado con las lluvias de agosto y el Gafos presenta en muchos tramos una imagen cristalina. La reivindicación de Vaipolorío es que un escenario semejante se repita en la zona urbana, especialmente en el espacio en el que ha sido tapado, de ahí que la asociación ecologista celebre el proyecto del Concello de descubrir y renaturalizar el cauce.
Celebrará el próximo día 6 una caminata a la que ha invitado al concejal de Desenvolvemento Sostible, Iván Puentes. Éste encabeza el proyecto de recuperación del Gafos, que echará a andar en los próximos días con la presentación oficial de los estudios de viabilidad sobre el comportamiento del Gafos y la movilidad en la zona urbana, y Vaipolorío busca trasladarle que "nuestra aspiración siempre fue que el río tomara la forma que tuvo toda la vida. Estamos convencidos de que los técnicos no necesitan de nuestro consejo pero sí saber que apoyamos y aspiramos a ver un Gafos totalmente recuperado".
Esa recuperación, añaden los ecologistas, también incluye aspectos como que el caudal no es constante. "Los ingenieros tienen que tenerlo en consideración, por ejemplo que lo ideal es que se mantengan algunas pozas teniendo en cuenta que en los veranos el estiaje hace que lleve poca agua".
En general, Vaipolorío incide en que "la zona que va cubierta fue muy bien calculada, de hecho no se producen atascos de ramas, pero la idea es recuperar como medio vivo los más de 600 metros que ahora son cemento, un espacio muerto". Por ello, sugieren a los técnicos que observen "cómo se comporta el Gafos tramos arriba, la naturaleza es una gran maestra".
