Sin duda el 110 cumpleaños de la pontevedresa Lulú Vázquez será uno de los más inolvidables de toda su vida. Esta vecina del centro de la Boa Vila nunca se imaginó que en su aniversario iba a ser felicitada con el acompañamiento de las sirenas de la Policía Local.

Su cumpleaños, ayer domingo, tuvo lugar en pleno confinamiento del coronavirus, lo que impidió, por su propia seguridad como persona de riesgo, ser visitada por sus familiares como habitualmente ocurre en esta fecha. Pero ellos, para darle una sorpresa y demostrarle su cariño, decidieron felicitarla desde la calle, provocando su salida a la ventana.

Se apostaron en la calle Padre Amoedo, donde reside, con una pancarta de enormes letras para que ella pudiese verlas desde su segundo piso. La "banda sonora" la pusieron cuatro coches patrulla de la Policía Local, que hicieron sonar sus sirenas a su paso por el edificio, al pie del cual hicieron parada.

Lulú saludó desde la ventana y se emocionó con esta particular celebración. Nunca se imaginó cumplir tantos años, pero la vida le ha hecho este regalo y lo lleva lo mejor que puede. "Nunca me he quitado años", reconoce orgullosa a través del teléfono. "Me encuentro bien, lo único es que hasta ahora andaba bastante bien y ahora ya solo puedo salir en silla de ruedas", se lamenta.

El estado de alarma por el Covid-19 le parece "un horror", pero para alguien como ella, que ha vivido tanto, tampoco le ha tomado por sorpresa. Siendo una niña vivió la conocida como gripe, "que fue mucho más localizada, cuando la guerra europea".

"Ahora me da mucha pena que todo el mundo tenga que estar metido en casa, sin poder salir; sobre todo por los niños, que no salen a jugar a la calle. Si Dios quiere esto acabará pronto", asegura una mujer que, aunque estuvo casada, no llegó a tener hijos.

Entre sus aficiones está la calceta, que inició cuando estudiaba en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Placeres, de la que es la antigua alumna más longeva.