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El "satisfyer" y las reservas para ver Vigo, las anécdotas

La campaña navideña, concluida ayer, ha dejado muy buen sabor de boca en clientes y empresarios de la hostelería pontevedresa. Los llenos a diario, tanto a mediodía como por la noche, en los bares de tapas y restaurantes de la ciudad fueron la tónica general. Encontrar una mesa para comer o cenar sin reserva previa se convirtió en algunos días puntuales en toda una aventura para los comensales. Los más afortunados lo consiguieron después de esperar "un ratito en la barra tomando algo". Los hosteleros califican estas fechas como las mejores de los últimos años y destacan que, "aunque se habla de una nueva crisis", al menos ahora ya no se nota como en pasados inviernos recientes.

Esta ha sido una campaña "muy buena", aseguran Angélica Suárez y Michele Cingolani, socios del Bar Estrella, en las cercanías de la Praza da Ferrería.

"Se ha notado mucho que ha salido el sol, después de tantos días lloviendo, y la gente tenía ganas de salir a la calle", reconocen. "Aunque haya hecho frío, la gente quería salir de casa; eso sí, se han servido muchos caldos, sopas y vino; nunca hemos visto tantas personas cenando fuera en la terraza", añaden sorprendidos.

Reservas para fechas clave

Las reservas fueron necesarias en muchos establecimientos los días de más demanda: los de fin de semana y los de fechas señaladas como Nochebuena, Navidad, Fin de Año y Reyes.

"Diciembre es siempre un mes bueno porque ya antes de la Navidad hay dos semanas previas de cenas de empresa", informa Laura García, del Pontetapas, "que reservan con al menos dos meses de antelación". "Ya durante la Navidad la gente te llama tres o cuatro días antes mínimo".

Raro es el grupo de amigos o de familiares que en estas semanas no se ha animado a salir fuera, "sobre todo la gente que es de aquí y trabajan fuera, que se reúnen en restaurantes porque cada vez se cocina menos en casa".

A todo ello hay que sumar que estas fiestas han sido pecularies en el sentido de que ninguno de los días "gordos" cuadró en fin de semana, apunta, por su parte Raúl Facciola, de la Creperie Cre-cotte. "Esto hizo que hubiese muchísimas reservas durante todos los fines de semana del mes, algo que no pasa todos los años", puntualiza.

En este restaurante del casco histórico han llegado a doblar servicios en días puntuales como el de la noche de Reyes, en el que la gente cenó más temprano. "Las familias vinieron sobre las nueve de la noche y a las once ya dejaron mesas libres, lo que permitió colocar a otros comensales", manifiesta Facciola.

En los establecimientos de Pontevedra creen que también pudo haber influido en la elevada afluencia de clientela el tirón de las luces navideñas de Vigo. "Desde hace 30 años estamos abiertos y nunca habíamos llenado en Nochebuena, y este año estuvimos al cien por cien", dice Manuel Portela, responsable del Rúas, que además de restaurante cuenta con hotel, que llenó todas sus plazas el pasado 24 de diciembre.

Respecto a la crisis, aunque los hosteleros son comedidos, reconocen que "se nota mucho" la recuperación económica del ciudadano medio. "Ahora la gente sale mucho más", indican en el Bar Estrella.

Esto provoca que, por ejemplo, estos días de Navidad hayan sido para la caja de los restaurantes comparables a los de meses como el de junio o julio. Otros, como el Pontetapas, se atreven a más y reconocen que incluso hay días en los que los ingresos han sido similares a los de fechas como los de las fiestas de A Peregrina, las más importantes de Pontevedra.

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