El área sanitaria de Pontevedra, con una población de unos 300.000 habitantes, registra una media de 1.200 fallecimientos anuales. De ellos la mayoría serán menos complejos y exigirá recursos sanitarios convencionales, pero en unos 375 casos la situación del paciente se complica y hace necesaria la atención de un equipo específico con formación avanzada de cuidados paliativos.
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Son algunos de los datos que maneja la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), organización que en la víspera del Día Mundial de Cuidados Paliativos insiste en que "las unidades hospitalarias gallegas están infradotadas, en el caso por ejemplo de Pontevedra o Ferrol con un único médico".
A mayores de esa unidad hospitalaria, la Asociación contra el Cáncer dispone de un equipo de profesionales centrado en la ayuda a pacientes oncológicos y a sus familias. Anualmente presta ayuda en la etapa final de su vida a un millar de pacientes de Pontevedra.
Cuatro psicólogos y un trabajador social están asignados a en esta unidad que desarrolla su labor en coordinación con los equipos médicos y que también tiene en cuenta la atención psicosocial a las familias.
Se trata de un aspecto en el que incide especialmente Esther Díez , portavoz de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Ésta destaca la importancia de reconocer las particularidades de Galicia, a la cabeza "el envejecimiento poblacional, la ruralidad" y en general la necesidad de "la atención psicosocial a las familias".
En el Día de los Cuidados Paliativos, que se celebra mañana en todo el mundo, la AECC quiere recordar que la mitad de las personas que necesitan esta atención especializada no la reciben "y el 75% muere con dolor emocional por falta de atención psicosocial".
La AECC insiste en que la ley ha de contemplar elementos "no solo cuatitativos sino también cuantitativos" que afectarán a las personas y a sus familias más tiempo del que generalmente presuponemos. Y es que solemos identificar cuidados paliativos a una fase muy corta en el tiempo, cuando en realidad "empiezan cuando el tratamiento no funciona, en ese momento se inician los cuidados paliativos, de modo que la persona puede estar así años, hay que cambiar esa idea de que son solo días u horas", aclara Esther Díez.
A mayores de extender la provisión de la atención psicológica y social, la AECC (que en este 2019 demandaen especial el compromiso de todas las fuerzas políticas para finalizar la tramitación parlamentaria de la Ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona) insiste en la decisiva importancia de "garantizar el respeto a las preferencias del enfermo si desea permanecer en su domicilio, siempre que las condiciones de la persona enferma y su entorno familiar lo permitan".
Los profesionales de la Asociación contra el Cáncer recuerdan que más de la mitad de las personas que sufren una enfermead progresiva e incurable "desearía morir en su propipa casa", pero dependiendo de la zona geográfica en la que resida menos del 40% podrá ver cumplida esa voluntad.
"Actualmente, existe déficit de recursos públicos (unidades de cuidados paliativos multidisciplinares tanto hospitalarias como domiciliarias) y diferencias notables de acceso según donde viva el paciente, lo que hace que esta atención no llegue a cerca del 50% de la población que los necesitaría", indica la AECC con motivo del Día Mundial de los Cuidados Paliativos.