Desde que se mudaron a Marcón, Lourdes Mariño y su pareja Carlos Justo empezaron a compostar, antes incluso del plan de la Diputación. Se hicieron su compostero de madera casero, al que tiraban los restos de la comida. Cuando el Plan Revitaliza empezó a ofrecer composteros individuales no dudaron en solicitar uno, mucho más cómodo, sencillo y limpio, con tapa y compuerta.
"Estamos concienciados de que esos restos antiguamente, que se tenían animales en casa, se les daba a ellos, y no había los desperdicios tan grandes de comida que hay ahora. Tenemos claro que eso no puede ser así", defiende la pareja que están muy entregados con el reciclaje.
"Tenemos plantado maíz, tomate, guisantes y cebollas, el fertilizante lo usamos para esto y también para las flores". Como ellos, los padres de Lourdes también tienen desde hace año compostero, así como la mayoría de los vecinos de la zona. Cuando lo recibieron le dieron una charla donde explicaban los beneficios, del proceso, cómo se hacía y lo que se podía echar y lo que no. Una vez tuvieron el compostero recibieron un libro con toda la información sobre el proceso de compostar y los posibles problemas como la aparición de hormigas o el apelmazamiento y sus soluciones. Además recibieron una visita en casa haciendo un seguimiento del proceso.
El procedimiento les paree muy sencillo: "En realidad, solo removemos y echamos hojas de viña y otros restos de poda porque sino al final lo que hace es pudrirse y huele". Echando solo residuos orgánicos y algún tipo de estructurante sale la tierra de compost, que sirve de abono. Observan que los resultados se notan mucho, sobre todo en las flores, donde se deja ver mucho la calidad del fertilizante.
El compostero tiene una tapa y un tornillo de pasador para abrir una la puerta abajo, por la que se saca la tierra. Explican que depende de los hábitos se tarda más o menos en tener el fertilizante y, aunque ellos ahora no comen mucho en casa van sacando cada cierto tiempo la cantidad de abono que necesitan. "Habrá gente que consiga sacarle más provecho en menos tiempo, dependiendo de cuantos sean en casa".
En su opinión "la gente del rural, en general, está concienciada. Aquí siempre se aprovecharon los restos bien compostando o bien con los animales. En la ciudad deben notar más cambio porque no están acostumbrados, pero esto, al final, es volver a lo de antes". Valoran muy positivamente el plan y que se ofrezcan composteros para las casa que lo requieren porque "al final hacerte uno casero depende de lo manitas que seas", y así todo el mundo puede participar.
