La rúa do Gorgullón, que supone la entrada al casco urbano para los peregrinos que recorren el Camiño Portugués, seguirá en obras durante al menos buena parte del verano, principal época de llegada de los caminantes. La reforma urbana iniciada en octubre pasado ya cumple nueve meses de ejecución, uno más del plazo previsto inicialmente y aún acaba de comenzar ahora la instalación de su nuevo alumbrado en aquellos tramos donde es posible.

Mientras la calle Virxe do Camiño, que entra en el mismo plan de modernización de la ruta jacobea, ya ofrece desde hace tiempo su nuevo imagen, O Gorgullón acumula ya retraso, que se justifica por la complejidad de la calle, con cotas variadas y, sobre todo, una anárquica alineación de los edificios, lo que dificulta la instalación de los servicios y las aceras. A día de hoy ya está pavimentada más de mitad de la calle, tramo donde ya ha comenzado la instalación del alumbrado. Pero falta el tramo desde la rúa do Muíño hasta la estación.

El objetivo de estas obras, adjudicadas por 1.258.000 euros, es recuperar y poner en valor el Camino de Santiago a su paso por la ciudad, pero los peregrinos tendrán que recorrerlo en medio de los operarios, al igual que en el puente do Burgo.

Entre las principales características destaca la aplicación de la plataforma única con el tránsito restringido a residentes, comercio y servicios, sin estacionamientos, según la fisonomía de calles como Michelena o Peregrina. Además está previsto invertir el sentido de circulación y dos de sus vías transversales -A Moa y Travesía Eduardo Pondal quedarían en dirección de subida hacia esta última avenida. La tercera transversal, la rúa do Muíño, se peatonaliza en su totalidad dada su pendiente, que salvará con escaleras y una rampa en zigzag.

El Camino de Santiago quedará señalado con un color y pavimento diferenciados entre calzada y aceras y con luces led en el suelo, semejantes al casco histórico.

También se trabaja en reordenar la plaza de entronque con la rúa da Estación y modificar su conexión con la senda de Os Gafos, un aspecto que, al igual que la "lentitud" de los trabajos, cuenta con críticas vecinales. Hace un mes los residentes mostraban su disconformidad con esa actuación por la instalación de un camino delimitado entre muros que quita utilidad a la plaza como espacio de juegos.

Estos muros, además de cortar el paso, también tienen una estética "desafortunada" ya que están hechos con un tipo de piedra que desentona con otros muros tradicionales, de granito, que comparten espacio en la misma zona.

Por eso instan al gobierno local a escuchar a los residentes de la zona antes de terminar esta reforma, para que el resultado sea satisfactorio para la mayoría. Según dicen, este proyecto se ha hecho pensando principalmente en el Camino Portugués a Santiago, pero no en quienes viven en esta calle. Consideran además que el resultado de esta reforma contradice abiertamente el espíritu de la reforma urbana aplicada en el resto de la ciudad, ya que levanta obstáculos que antes no había, cercena una placita que era útil como tal y cierra espacios públicos que antes era abiertos.