El nivel de uso de la variante de Marín y de la vía rápida de O Salnés, ambas en torno a los 9.000 coches diarios, quizás no justifique un desdoblamiento urgente, pese a que en verano la intensidad de tráfico se dispara, pero sí han surgido voces en numerosas ocasiones por la siniestralidad de estas carreteras.
Las voces a favor de desdoblar el tramo entre Sanxenxo y A Lanzada son constantes desde hace años, en especial entre vecinos y empresarios de O Grove y Noalla, toda vez que esta carretera soporta cada verano atascos y retenciones interminables.
La Xunta diseñó hace años un plan para dotar a ese tramo de cuatro carriles pero quedó totalmente frenado por razones medioambientales, ya que desemboca en las proximidades de una zona declarada Red Natura y las obras afectarían a un arroyo.
En el caso de la variante de Marín, la consellería nunca se planteó el desdoblamiento pese a que también surgieron voces al efecto, especial después de una sucesión de varios accidentes graves.