El banquillo de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha vivido esta mañana una escena tan insólita como desagradable. Un acusado por tráfico de drogas se bajó los pantalones y enseñó el culo a los fotógrafos de la prensa que cubrían el juicio. Aunque el tribunal no lo apreció inicialmente, sí lo hizo el letrado de la Administración de Justicia, que informó al magistrado presidente y le llamó la atención al acusado, advirtiéndole de que si lo volvía a hacer sería expulsado de la sala y el juicio continuaría sin su presencia.

El responsable de tan irrespetuoso comportamiento es V. O. M., ya condenado en anteriores ocasiones por delitos contra la salud pública. Este conocido miembro del clan de los Butaneros se enfrentó esta mañana a un nuevo juicio por unos hechos ocurridos hace dos años y que negó.

Los hechos se remontan al 16 de junio de 2017. Unos agentes de la Policía Nacional de servicio observaron un coche que, al circular, dejaba una gran estela de humo negro. Lo suficiente como para que los agentes, según relataron, decidieran darle el alto para ver si tenía algún tipo de problema y dado que se podría generar alguna situación de peligro para el tráfico. El coche se detuvo finalmente sobre un viaducto en el cruce de O Marco. Cuando se acercaban al vehículo, uno de ellos observó un "movimiento sospechoso" por parte de uno de los acusados, como si intentase esconder algo. Cuando le pidió que le mostrase lo que era, este le entregó una pequeña cantidad de hachís. Los agentes, que hoy declararon en la Audiencia, aseguraron que en el coche iban dos personas. El acusado, que les entregó el hachís, y el conductor.

Tras cachear a este reconocen que se centraron en el conductor, momento en el que aseguran que el acusado les solicitó alejarse del vehículo hacia la barandilla exterior del puente para ir a mear. "Se acercó a la balaustrada", dicen los agentes, "se desabrochó los pantalones y vi como tiraba algo". El agente asegura que se trataba de una bolsa blanca que observó perfectamente como cayó en una zona de vegetación bajo el puente. Explicaron que, ante las dificultades para acceder a la misma, dejaron ir al acusado tras identificarlo y levantar un acta de infracción por la posesión del hachís y luego bajaron a por la bolsa, resultando ser 8 gramos de cocaína. Uno de los agentes afirma que, aunque no al 100% cada segundo, mantuvo la vista sobre el paquete en casi todo momento, hasta que fue recuperada.

El acusado rechaza esta versión. Afirma que una vez que le cachearon se acercó a la barandilla a mear, pero que no arrojó nada al vacío dado que nada ocultaba en sus calzoncillos. También acusa a los policías de mentir, al señalar que él no vio bolsa alguna bajo el puente y que además no había tan difícil acceso como señalan los policías. "Si hubiera tirado algo me podrían haber acompañado fácilmente abajo a recogerlo y decirme que eso era mío" pero que no lo hicieron.

La Fiscalía mantuvo ayer su petición de dos años y seis meses de prisión para este acusado, al que le pide que le apliquen la agravante de reincidencia. De hecho, lo llegó a calificar de "terco" en su actitud, dado que estos hechos se produjeron el 16 de junio de 2017 y apenas unos días antes, el 12 de junio, había sido emitida una sentencia condenándolo por tráfico de drogas. Sí reconoce que se le debe aplicar la atenuante de drogadicción. Basa su petición de condena en el relato de los agentes, así como en los 460 euros en moneda fraccionada (billetes de 20 euros) que considera que provenían de la venta de estupefacientes. La defensa justifica este hecho señalando que el acusado es el encargado de un desguace y que es habitual que sea él quien cobre a los clientes del establecimiento.

La defensa, que pide la libre absolución, llama la atención al tribunal sobre el hecho de que "no tendría sentido" para el acusado, tirar este supuesto paquete con droga una vez que ya había sido cacheado sin éxito. También cree que es "físicamente imposible" que los agentes hubiesen visto al acusado como tiraba el paquete y recuerda que la zona bajo el puente en la que los policías dicen que fue encontrada esta bolsita es frecuentada por toxicómanos y hay varios poblados chabolistas en las inmediaciones.