La unidad de Coloproctología del Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, realiza un estudio pionero sobre el empleo en el servicio de Cirugía General de un colorante, verde de indocianina (ICG), en la unión intestinal. Se trata de una técnica que permite una tasa de fuga muy baja y que tiene una toxicidad mínima. Sobre ella habla la cirujana Erica Barreiro, responsable del estudio.

-¿Cómo ha llegado el CHOP a utilizar esta técnica tan novedosa?

-Nosotros utilizamos tecnología bastante avanzada en la cirugía colorrectal. Ya hace unos años que quisimos incorporar la cirugía laparoscópica. Prácticamente el cien por cien de las intervenciones de cáncer de colon las estamos haciendo por laparoscopia. Después llegaron aparatos de laparoscopia con visión tridimensional. La dirección nos compró aparatos de laparoscopia en 3D, que utilizamos desde hace un par de años. Hemos intentado estar siempre al día en lo último tanto en cirugía para cáncer como para enfermedad inflamatoria intestinal. Fue cuando empezamos a utilizar el ICG para valorar las anastomosis (conexiones) intestinales.

-¿Desde cuándo se utiliza en medicina?

-En realidad desde hace muchos años. Su descubrimiento se remonta a la Segunda Guerra Mundial. Fue aprobado como medicamento en España en el año 2007. Lo que pasa es que se utilizaba mucho en Cardiología y Oftalmología. En Cirugía General todavía no. En base a su baja toxicidad y solo un 0,0005% de efectos secundarios, muy leves, se buscaron otras aplicaciones clínicas. Investigando se vio que colorea, por ejemplo, la vía biliar, que los uréteres también pueden quedar coloreados de fluorescente...

-¿En qué beneficia en la cirugía colorrectal?

-Para nosotros una de las complicaciones más importantes es la fístula, o fuga. Nosotros suturamos dos cabos intestinales y necesitamos que cicatricen bien y que circunferencialmente no exista ninguna pérdida, porque por ahí saldrían heces o contenido intestinal a la cavidad intestinal. Son muchos los factores que pueden llevar a que haya una fístula y muchos dependen del propio paciente, como los diabéticos o los que toman corticoides, que ya sabemos que tienen un riesgo mayor.

-Exactamente, ¿cómo ayuda el colorante?

-Uno de los factores más importantes es la buena perfusión de los tejidos, es decir, que llegue bien la sangre a irrigar estos extremos que nosotros suturamos. Hay pacientes de edad avanzada o con cardiopatías que ya tienen los vasos obstruidos, por lo que la sangre no llega bien. Si está mal vascularizado, es más difícil que eso cicatrice bien y es cuando pueden ocurrir fugas. Si la fuga es pequeña, las consecuencias no son importantes, pero si es amplia puede haber hasta una peritonitis. El anestesista pone el verde de indocianina y, con una cámara especial, vemos cómo se va tiñendo toda la zona bien irrigada intestinal de un verde llamativo. Nos asegura que lo que vamos a unir está bien regado.

-¿Supone algún retraso en la cirugía?

-Demora la cirugía solo unos seis o siete minutos y no tiene inconveniente para el paciente. Intentamos estar en un nivel avanzado en la cirugía colorrectal y todo lo que salga nuevo incorporarlo a nuestra unidad. Nos parece positivo porque evita una posible fístula al paciente.

-Y futuras intervenciones...

-Claro, porque si no llega bien la irrigación a veces hay que volver a intervenir. Cuando lo vuelves a operar por una peritonitis no puedes volver a suturar los cabos intestinales y tienes que ponerle una bolsa de hostomía durante un tiempo. Todo esto se puede evitar. De este modo también se evita un incremento de estancias hospitalarias, los costes, la morbilidad, la mortalidad e incluso las recidivas.

-¿En qué patologías lo aplican?

-Ahora mismo estamos aplicando esta técnica en cáncer de colon y en cirugía de colon inflamatoria. No lo hacemos a nivel de intestino delgado, pero sí del grueso.

-¿Hay un perfil de paciente más adecuado?

-No. Lo estamos aplicando en todos. Todos se benefician de este aparato y del colorante.

-¿En cuántas personas lo han usado hasta el momento?

-En más de cincuenta casos. Lo hemos llevado a un congreso internacional de coloproctología.

-¿Y en Galicia? ¿Se utiliza en más hospitales?

-En Santiago y Ourense. En Vigo y O Salnés todavía no.

-¿En el CHOP hay otros servicios interesados en usar esta técnica?

-Lo están empezando a usar los compañeros de la unidad de Endocrinología para casos de tiroides. Ha sido útil en dos casos. Nosotros queremos usarlo en otras cuestiones, como en tumores en la pelvis, especialmente en los más voluminosos. En otros sitios de España le dan uso los digestólogos en lugar de tinta china, que es para toda la vida. Le vemos muchas aplicaciones clínicas que aún están por explotar.

-¿Cuáles son esos mínimos efectos adversos?

-Urticaria, da un poquito de picor, y náusea. Solo se recomienda no emplearlo en embarazadas y en neonatos. Tampoco en pacientes que padecen del hígado en casos severos.