El Cristo de las Caídas no es la única imagen que ha visto alterada su ubicación con el cierre del convento de San francisco. También la Virgen de la Misericordia, que procesiona el Viernes Santo, cambia de emplazamiento y pasará a guardarse en la iglesia de San Bartolomé, si bien no se expondrá al público.

Antes del cierre del Santa Clara los fieles la veneraban en un lateral de la iglesia conventual con otras imágenes como la talla de San Juan.