-¿Le ha gustado ser además el jefe de seguridad de Pasarón?
- Eso fue para mí una gran satisfacción porque yo soy hincha del Pontevedra desde los 14 años, desde Hai que Roelo.
- ¿Es un campo conflictivo?
- En absoluto. Hace dos domingos se trasladaron a Ponferrada unos 50 o 60 aficionados del Pontevedra, dos de ellos se pelearon allí y la Comisión Antiviolencia le puso 3.500 euros de multa a cada uno y seis meses de prohibición de acceso a los campos. Aquí en Pasarón, de los 17 años que estuve yo, tuvimos tres o cuatro incidentes de cierta importancia. Ahora hay pequeños problemas con algunas peñas, que estamos intentando reconducir, estamos intentando reeducarlos, entre comillas. En este último partido se comportaron bien, incluso no sacaron banderas separatistas.
- Ahora podrá ir al campo más relajado.
- Por supuesto, seguiré yendo al campo y espero seguir colaborando en lo que pueda con el Pontevedra, ya no como policía sino como asesor, digamos.
