La declaración de impacto ambiental detalla que durante la fase de obras de la circunvalación se producirán ruidos que afectarán a dos edificaciones en Vilaboa y seis en Pontevedra, por lo que se adoptarán medidas correctoras, como evitar "actividades ruidosas entre las 23.00 y las 7.00 horas en las proximidades de núcleos habitados".

Pero si la ejecución molestará a ocho casas, la contaminación acústica del tráfico durante años llegará al menos a 68 viviendas con ruidos por encima de los 50 decibelios, según admite el Ministerio de Fomento. Por ello, "se determina la necesidad de instalar pantallas acústicas como medida correctora" y se ha definido la instalación de siete tramos de estas pantallas, con longitudes entre 27 y 533 metros, para sumar un total de 1.546 metros.

Camiño Portugués

Otro apartado del documento ambiental es el referido al patrimonio. Al respecto, la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural acepta el proyecto de Fomento pero incluye algunas condiciones, como la realización de "un estudio arqueológico específico para la adecuada delimitación del Castro da Farexa/Coto Loureiro, en especial en su relación con el trazado del Camiño Portugués", y de otro "para determinar la posible existencia de trazados de la Vía XIX del Itinerario de Antonino y la posible superposición con el Camiño Portugués".

Los restos o elementos patrimoniales localizados en la zona incluyen posibles castros y mámoas, así como la propia ruta jacobea, si bien no se hace referencia expresa a que este Camiño Portugués resulte afectado por las obras. De hecho, se apunta que "no se ha identificado ninguna afección directa" pese a que en algún punto en Vilaboa discurre pegado a la futura A-57, por lo que habrá que instalar un "cerramiento rígido para garantizar su preservación y tránsito".