Pontevedra es, por su condición de capital de provincia, una ciudad cuya economía y empleo pivota en gran medida en torno a las administraciones y servicios públicos por lo que la sucesión de recortes y ajustes presupuestarios, tanto del Gobierno central como de la Xunta, cercenan las expectativas de trabajo de miles de pontevedreses que, por tradición, dirigían y todavía dirigen su mirada hacia el sector para labrarse un futuro profesional.

A pesar de la drástica reduccion de las ofertas públicas de empleo (OPE) y de las contrataciones eventuales, el Instituto Galego das Cualificacións acredita, con cifras del mercado laboral local del último trimestre del pasado año, que las administraciones estatal, autonómica y local se mantienen como referente laboral por antonomasia. Pontevedra contaba de media en el citado trimestre 37.307 trabajadores en activo de los que 13.493 -prácticamente uno de cada dos- tenían un empleo público, incluyéndose bajo este epígrafe tanto los que desempeñan tareas administrativas, de Seguridad y Defensa, como los vinculados a la Educación, Sanidad y Servicios Sociales.

Si las administraciones son el primer "empleador", el comercio es la segunda actividad con mayor peso laboral, a gran distancia de la construcción, hostelería e industria manufacturera, que son los sectores que siguen en empleabilidad.

En la ciudad hay 6.645 personas dadas de alta a la Seguridad Social vinculadas al sector comercio. Por su parte construcción y la hostelería rivalizan en peso laboral: 2.388 trabajadores frente a 2.183.