El empleo del comercio minorista puede caer un 20% al liberar horarios y rebajas

La entrada en vigor de la nueva ley del Comercio (Real Decreto 20/2012 del 13 de julio) conllevará nuevos quebrantos a los negocios familiares y minoristas al introducir medidas liberalizadoras (aperturas en domingos y festivos adicionales, potencial ampliación de horarios, rebajas y promociones sin fechas pautadas...) que difícilmente podrán asumir unas microempresas regidas en una porcentaje muy elevado por autónomos y con plantillas de uno, dos o tres trabajadores. Es el análisis coincidente de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de UGT y la Asociación de empresarios de la pequeña y mediana empresa (Aempe) de Pontevedra que temen que la imposibilidad de competir en este terreno con cadenas, franquicias y grandes superficies lleve a una cascada de despidos y cierres.

Carlos Esperón, portavoz comarcal de la Federación de Comercio de UGT, calcula que entre un 18 y un 20% de trabajadores del sector de Pontevedra y su comarca (entendidos como tales empleados y autónomos-propietarios) se quedarán en la calle en los próximos meses a consecuencia de las nuevas medidas liberalizadoras que, por otra parte, augura "no traerán nuevas contrataciones en las grandes cadenas sino un empeoramiento de las condiciones laborales de los actuales empleados ya que las mismas plantillas tendrán que asumir el trabajo adicional".

La ampliación de horarios (se autorizan más de 90 horas semanales) dificultará todavía más la conciliación de la vida laboral y familiar de los trabajadores y propietarios de los negocios. Un sector eminentemente femenino y sobre el que descansa la organización de la esfera privada.

Alrededor de 10.000 persona viven en Pontevedra y ayuntamientos limítrofes viven del comercio y más de 25.000 en el conjunto de la provincia.

Consecuencias

"El tiempo nos empieza a dar la razón", añade Carlos Esperón, quien explica que "las grandes cadenas comerciales están aplicando la ampliación del horario comercial desde el 1 de agosto y no se han creado nuevos puestos de trabajo y tampoco se ha incrementado la oferta y el consumo". Una circunstancia, esta última, que de consolidarse en los próximos meses echaría por tierra uno de los argumentos esgrimidos por el Gobierno para liberalizar el comercio: facilitará el consumo y en consecuencia ayudará a frenar su caída.

Desde la central ugetista también ven como un reto difícil de asumir por los comercios tradicionales y pequeños la desregularización de las rebajas y las promociones o saldos que, a partir de ahora, pueden fijarse de manera unilateral, en el momento del año que quieran y por el tiempo que consideren oportuno.

Esta libertad en el calendario de rebajas y promociones es visto como una amenaza por la Federación de Comercio de UGT al entender que la disponibilidad de mayores stocks por parte de las grandes cadenas juega a favor de sus intereses.

Este análisis, sin embargo, no comparten algunos comerciantes locales que ven en esta libertad a la hora de ofertar promociones una vía para compensar meses especialmente flojos de ventas.

"La norma gallega es más restrictiva y ha sido aparcada"

El Real Decreto 20/2012 se ha impuesto a la ley de comercio interior de Galicia, más restrictiva que la nueva norma estatal y que contaba con el apoyo unánime del Parlamento gallego y el respaldo explícito del sector.

Este hecho es cuestionado por UGT al entender que la ley autonómica se ajustaba mejor a la realidad local e introducía topes en la actividad que contribuían a la mejorar las condiciones laborales y empresariales de las pymes y microempresas que conforman el tejido comercial de Galicia.

La ley autonómica limitaba la apertura de domingos y festivos del año a ocho en los establecimientos de menos de 150 metros cuadrados; así como una apertura semanal máxima de 72 horas y topes de 12 horas al día. La nueva norma fija para negocios de hasta 300 metros cuadrados: la apertura de diez domingos y festivos; un mínimo de 90 horas de apertura semanales y de quince horas por jornada.