El mismo jueves lo ponía de manifiesto el propio alcalde, Miguel Fernández Lores, y un análisis más reposado, 24 horas después, se mantiene el positivo balance de llegada a Pontevedra de una etapa de la Vuelta Ciclista a España: "La ciudad estaba en la calle". Así lo resumió ayer el teniente de alcalde y coordinador del área turística, de deportes y de promoción económica municipal, Antón Louro, quien cifró en "50.000 personas" las que se reunieron en las calles de Pontevedra para ver el paso de los ciclistas tanto en su primer cruce por la ciudad como en la posterior llegada a la avenida de Lugo.

Y es que el volumen de espectadores reunido a los lados de la calzada y el amplio escenario que supuso todo el trazado por el casco urbano llevó ayer a Louro a destacar a la etapa de la Vuelta como el espectáculo deportivo con mayor tirón en la ciudad en los últimos años, por encima incluso de las multitudinarias pruebas de triatlón. Al igual que el alcalde, el portavoz socialista apuesta por dar continuidad a la colaboración con Unipublic, la empresa organizadora de la Vuelta, toda vez que los cien mil euros invertidos por el Concello para conseguir esta llegada se han visto largamente recuperados, según el resumen ofrecido ayer por Louro. De hecho, el concejal ratifica punto por punto el estudio previo elaborado sobre el impacto económico de la prueba en los negocios de la ciudad que cifraba en cerca de un millón de euros el beneficio recuperado tras aquella inversión. "Son dos mil personas las que viajan con la Vuelta y son dos mil personas que muchos de ellos duermen aquí, comen aquí, consumen aquí".

Así, según sus datos, hubo unas 950 pernoctaciones en la ciudad, lo que supuso una facturación para los hoteles de unos 200.000 euros, mientras que el "impacto mediático", es decir, la promoción exterior que obtuvo la ciudad al retransmitirse la llegada por televisión en decenas de países, se calcula en unos 750.000 euros más.