Con un brillante currículo labrado en EE UU como asesor de más de medio centenar de países e instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, el catedrático gallego Jorge Martínez colabora desde hace casi una década con el grupo de investigación Rede de la Universidad de Vigo. Junto al profesor Santiago Lago, que será su padrino en el acto de investidura como Honoris Causa, organizó el pasado octubre una conferencia en Santiago sobre el federalismo fiscal y la descentralización de España, el tema que ha elegido para el discurso de su nombramiento durante la celebración de Santo Tomás. Una distinción que recibe como “un gran honor”. “Y viniendo de mi tierra es mucho más bonito”, reconoce.

-¿Cómo ve la trayectoria de la Universidad de Vigo?

-Yo estudié Economía y Derecho en Barcelona y Ciencias Políticas en Madrid antes de marcharme a EE UU con una beca Fullbright, por lo que mis recuerdos de la Universidad española son de mediados de los setenta. Vigo es mucho más joven y me ha impresionado el gran tirón que ha dado con los recursos que ha tenido y que puede verse en los rankings del sistema español. Su futuro es muy prometedor y estoy muy orgulloso por lo que representa para el potencial científico y cultural de Galicia. Creo que fue una idea perfecta crear esta universidad y la de A Coruña, que ahora deben mejorar en la búsqueda de recursos y definir áreas de especialización que le den una salida internacional.

-Sin embargo, en estos momentos de crisis, hay quien se plantea que no fue una buena idea establecer siete campus en una sola comunidad.

-La repetición de algunos estudios es importante para los estudiantes y el entorno social y económico, pero hoy en día no se puede ser bueno en todo y, sobre todo, con recursos limitados. Solo universidades millonarias como Harvard se lo pueden permitir, pero el tono general en el mundo es buscar una ventaja comparativa para destacar y atraer más recursos y renombre con los que captar a estudiantes y profesores. Y su financiación debe contar con fondos que no procedan solo de los presupuestos ordinarios del Gobierno.

-Vigo se ha propuesto poner una pica en Bruselas.

-Vigo puede competir con otras universidades europeas para conseguir fondos de Bruselas y de otros organismos o fundaciones internacionales. Será fundamental para salir adelante con éxito.

-El rector ha peleado por que los fondos autonómicos se concedan por objetivos.

-Vigo ha demostrado que si te esfuerzas y buscas la excelencia se puede hacer mucho con lo que tienes, aunque sea poco. La Xunta tiene que pensar cómo potenciar lo que tiene con una visión de premiar el esfuerzo. Siempre habrá resistencia al cambio, es natural, pero me parece fundamental que se haga esto porque no solo beneficiará a Vigo sino que será una estrategia muy buena a largo plazo para A Coruña y Santiago.

-¿Podrá competir mejor Europa con las universidades de EEUU gracias a Bolonia?

-En EE UU hay universidades que están entre las mejores del mundo, pero también tiene otras que no son tan buenas. No existe un modelo generalizado. El estadounidense es bueno porque invierte en calidad y esfuerzo, el mercado de trabajo es muy transparente y con gran movilidad y se contrata al mejor. La Universidad española se ha movido en la última década en la dirección acertada, aunque todavía no ha llegado adonde tienen que estar. Yo creo que el movimiento hacia Bolonia va a funcionar, pero tampoco es tan decisivo el modelo curricular. La Universidad tiene que estar mucho más inserta en la sociedad desde el punto de vista cultural, científico y empresarial. El problema de la falta de competitividad de la economía española no saldrá a medio plazo de otro sitio que de las universidades. La riqueza de un país es su capital humano.

-El Gobierno se propuso el cambio del modelo productivo y el impulso del I+D, hasta que llegó la crisis y los fondos se redujeron.

-Sin duda, pero no hay que desanimarse. Habrá momentos de vacas flacas como éste y ahí radica la importancia de no depender ni siquiera en un 50% de las transferencias de la Xunta o el Estado [el porcentaje actual es del 70%]. Hay que establecer estrategias a largo plazo para poder competir por otras fuentes de riqueza que den un poco más de autonomía. La ciencia y la cultura son un maratón, no una carreiriña de cien metros.

-Habla de planes que superan el mandato de un rector o un presidente de la Xunta.

-No se pueden cerrar facultades o despedir a profesores, por eso se echa mano de otras cosas y se hace mucho daño. Es un gran dilema decidir qué es superfluo y dónde recortar.