Nos guste o no, la Navidad está ya a la vuelta de la esquina. Las ciudades encienden el alumbrado, los escaparates se convierten en pequeños bosques plagados de abetos en miniatura y las televisiones repiten sin parar anuncios de perfumes y juguetes.

Son también fechas de mucho trabajo para quienes se dedican a abastecer los mercados de productos que, con crisis o sin ella, siempre tienen sitio en las reuniones familiares.

Las mariscadoras de a pie de las cofradías de Lourizán, Raxó y San Telmo comenzarán el martes la explotación de las playas en busca de las almejas -fina y japónica- y los berberechos que nos comeremos estas fiestas.

Algo más de 350 trabajadoras retarán a la lluvia y el frío que se esperan para estos días e intentarán cubrir su cota diaria (dos kilos de almeja fina, siete de japónica y cinco de berberecho) en el cuarenta por ciento de la playa de Lourizán abierta al marisqueo, Combarro y el Ameixal.

Contra viento y marea

"Lo más duro de este trabajo es el tiempo, porque hace frío y tienes que andar mojada, aunque la cosa mejoró mucho con los trajes de neopreno y los buzos", apunta la presidenta de la agrupación de mariscadores a pie de la cofradía de San Telmo, Marina Buceta.

Pero son también esas condiciones climáticas adversas las que le pueden hacer ganar más dinero en estas fechas. Cuanto más duras, menos marisco se captura y más se revaloriza en la lonja, como ocurrió las últimas navidades.

"El año pasado sí hubo buenos precios para nosotras, que pudimos coger marisco, aunque sin cubrir las cuotas, porque estamos en el fondo de la ría", explicó Buceta.

Las mariscadoras faenarán, además del martes, los próximos jueves y viernes y los días 20, 21, 23, 24 y 27 desde primera hora de la mañana "en función del mar". Según Buceta, "las mejores mareas fueron ya a principio de mes y por eso este año trabajamos también el día de Nochebuena, en el que sólo vamos a por la almeja japónica".

Como los días de trabajo están pactados con la Xunta y no admiten modificaciones al alza, a partir del día 20 las mariscadoras valorarán si amplían la cuota máxima para intentar compensar que los días desalen al mar no son los más provechosos.

Siempre y cuando "los precios acompañen", continúa Buceta, "podríamos subir (las capturas) hasta quince kilos de almeja japónica y tres de fina".

En contra de lo que se pueda pensar las Navidades no se aprovechan para hacer el agosto. "Es verdad que son días especiales, pero al depender de la cantidad de marisco que hay y de las mareas no podemos asegurarnos unos beneficios. A veces en agosto hay mejores precios que ahora", concluye.