Un equipo multidisciplinar, integrado por quince personas, recibe a los menores que llegan al Centro de Primera Acogida de “Príncipe Felipe”, único de estas características en Galicia, para evaluar su situación psicosocial, reconducir sus conductas, prestarles apoyo psicológico y educativo y ganarse su confianza para que les crean cuando les dicen que su vida, con experiencias demasiado duras para su corta edad, puede cambiar y hacerlo a mejor.

Reciben una atención individualizada y tras ser evaluados remiten un informe a los responsables del departamento de Menores de la Xunta de Galicia para que determinen en que centro deben ser internados o si es posible su reinserción en un entorno familiar.

La teórica permanencia máxima en el Centro de Primera Acogida es de un mes, aunque con frecuencia este período se prolonga.

A lo largo del año que ahora acaba se atendieron en este centro 120 menores en situación de desamparo familiar o abandono, víctimas de malos tratos o de un ambiente desestructurado, mendigos, no escolarizados... adolescentes casi todos (entre 14 y 17 años) y entre ellos 55 de origen extranjero.

“Es un balance positivo tanto por la cantidad de chicos recibidos, estamos siempre al 100% de nuestra capacidad, como por la calidad de la atención prestada” afirma la directora de la Ciudad Infantil “Príncipe Felipe”, Zoila Paz, quien aclara que cuando los acogidos son bebés o niños de muy corta edad son conducidos directamente a la Unidad Infantil del complejo asistencial en donde son sometidos al mismo proceso de evaluación que sus compañeros adolescentes.

Los menores llegan hasta “Príncipe Felipe” tras ser atendidos por el servicio de emergencias 112, en el teléfono del menor o por decisión administrativa o judicial, lo que implica internamientos ajenos a su voluntad. Una circunstancia que añade complejidad a la relación inicial que se establece entre los profesionales del centro (psicólogos, educadores, técnicos...) y los menores.

Inmigrantes

El número y el origen de los menores inmigrantes, así como las circunstancias en las que llegan al Centro de Primera Acogida de “Príncipe Felipe” han cambiado en los últimos tiempos, según explica Zoila Paz, que aún recuerda el grave problema que tuvieron hace tres años cuando el centro se colapsó con la acogida “masiva” de supuestos menores de Ghana sin amparo familiar que llegaban a Pontevedra con pasaportes aparentemente legales que certificaban una minoría de edad que era negada por pruebas médicas. Un trabajo conjunto con la Brigada de Extranjería de la Policía consiguió romper el circuito de entrada irregular de ghaneses en Galicia.

“Estos subsaharianos llegaron a ocupar de manera permanente el 99% de las plazas y los recursos del centro mientras que en este año 2009 se han atendido sólo a cinco menores originarios de en Ghana” indica la directora de la Ciudad Infantil pontevedresa.

En total fueron 55 los extranjeros evaluados en el Centro de Primera Acogida “Príncipe Felipe”, conformando los nacidos en Marruecos y Rumanía los dos grupos nacionales más numerosos, con quince y doce menores respectivamente.

Por número de nacionales, Colombia, Argentina y Brasil son los otros países que aportaron más menores problemáticos al centro, al que también llegaron niños nacidos en la República Dominicana, Rusia, Bulgaria, Ecuador o Argelia.

Sobre el papel el Centro de Primera Acogida de “Príncipe Felipe” debe dar servicio a toda Galicia, lo que resulta materialmente imposible. Esto explica que los menores nacionales son en su práctica totalidad de la provincia de Pontevedra, teniendo que recurrir la totalidad a la reserva de plazas en otros centros de menores no específicos de la comunidad. “Contamos con once plazas y abarcamos lo que podemos” resume Zoila Paz.