“El agua mineral que nace en Galicia se bebe ya en los cinco continentes”

En el país del agua, y pese a su abundancia, esta se ha convertido en materia de negocio y, además, internacional, pues el agua embotellada de Galicia se vende ya en los cinco continentes como un producto internacional muy valorado. Este sector genera 260 puestos de trabajo directos y más de 1.000 indirectos en la comunidad gallega. De eso sabe, y mucho, Álvaro García de Quevedo, directivo de Aguas de Cabreiroá (Hijos de Rivera, SAU) y, desde este fin de semana, presidente también de la Asociación Galega de Empresas de Envasado de Agua Mineral Natural (Agamin). Preservar la protección del perímetro de los manantiales y garantizar la mayor trazabilidad posible de los envases PET en los que viaja este producto básico para la vida, es uno de los retos de un sector que presume de dar trabajo y frenar las despoblación, en las zonas del rural donde nacen y se envasan estas aguas.

–Acaba de asumir la presidencia de Agamin (Asociación Galega de Empresas de Envasado de Agua Mineral Natural) en un momento de cifras tope de consumo: 113 litros de agua envasada por ciudadano y año. ¿Era previsible que el agua embotellada se convirtiera en motor económico?

–No cabe duda de que es ya un importante sector económico, pero hay un apartado muy importante para nosotros, que no tienen otros productos, y es que allí donde no hay acceso a una fuente o a un grifo de agua potable, nosotros cumplimos esa función de que la gente pueda hacer algo tan imprescindible como es hidratarse, con algo tan saludable como el agua mineral.

–Usted dirige una firma de referencia, las aguas Cabreiroá de Hijos de Rivera, un emblema para Ourense y para la historia del agua mineral.

–Esto es un orgullo, pues somos varias las aguas envasadas con más de un siglo de historia. En Agamin tenemos además firmas como Aguas de Cospeito; Fontecelta; Aguas de Sousas, que es de Verín al igual que la de Cabreiroá; Aguas de Paraño en Boborás, así como Agua Sana, de Baiona, o Sanxinés, de Vilagarcía de Arousa. Tenemos muchas empresas gallegas embotelladoras de agua mineral que tienen más de un siglo de historia y con un importante arraigo en esas zonas que conviven con otras más actuales.

–¿Cuáles son los retos del sector que ahora preside?

–Principalmente poner en valor toda la protección del recurso de aguas minerales. Esto supone un perímetro de protección y también respetar un caudal máximo que nos obliga a no ir más allá. Otro de los apartados cada día más marcados la sostenibilidad y el impacto medioambiental de nuestros envases. Tenemos que ser pioneros en esa trazabilidad, en esa incorporación de porcentajes de plástico reciclado y búsqueda de envases alternativos. Todas las empresas estamos ya en Galicia dando respuesta a esas necesidades.

–En algunos pueblos se compra ya agua embotellada por la contaminación de acuíferos. ¿Es fácil mantener ese perímetro de protección de los manantiales cuando conviven con explotaciones como las macrogranjas?

–No es fácil, pero estamos obligados a respetarlo y no puede haber ningún tipo de contaminación en esos manantiales de aguas naturales. Esto no quita que tengamos que estar siempre vigilantes.

–Cuando habla del PET de los envases hay mucha literatura al respecto ¿Son saludables?. ¿Puede estar tranquilo el consumidor del agua embotellada?

–Si necesitas transportar agua, los envases son la garantía de esterilización del agua que vas a consumir y su rol es muy importante para que sepas que no ha habido manipulación. Las aguas minerales no tienen ninguna manipulación química ni física, sino que es la madre tierra la que la purifica y nosotros solo la extraemos y envasamos sin elementos químicos. En cuanto a los envases, son seguros y cada vez se apuesta además por la trazabilidad. Cada año se eligen más reciclables. En nuestro caso, Cabreiroá los tiene también de vidrio, de aluminio. En estos momentos hay ya empresas que tienen envases con el 100% del plástico de sus envases reciclables, superando lo que exige el ámbito legislativo. Es uno de los compromisos que tenemos.

Se dice que el agua viaja mal, porque el coste del envío es mayor que el coste del agua en sí misma, pero hay países que consideran nuestras aguas de una calidad excepcional que ellos no tienen, y por tanto pagan también precios excepcionales

–¿Qué empleo generan en Galicia las empresas de Agamin?

–En la actualidad en torno a 260 empleos directos y 1.000 indirectos, pero es un sector que no solo genera empleo, sino que lo genera en zonas rurales. Los manantiales están en poblaciones con menos de 15.000 habitantes y el hecho de que estén ahí las envasadoras de agua, frena la despoblación.

–¿En qué países se vende en estos momentos el agua que mana en Galicia?

–El grueso del agua embotellada gallega se va para el ámbito nacional, con un peso muy importante en Galicia, en el caso de Cabreiroá, pero llega también hasta los confines, desde Corea, China, Puerto Rico, Estados Unidos, África. En los cinco continentes.

–¿Compensa transportar al otro lado del mundo una materia prima tan barata como el agua?

–Se dice que el agua viaja mal, porque el coste del envío es mayor que el coste del agua en sí misma, pero hay países que consideran nuestras aguas de una calidad excepcional que ellos no tienen, y por tanto pagan también precios excepcionales en el país de destino. Para ellos es un producto internacional de altísima calidad y como tal lo valoran.

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