Decenas de voces gritan en O Carballiño por una sanidad de calidad ante la “precariedad”

“No queremos parches”. Es la reivindicación social que los vecinos de la villa de O Carballiño gritaban hace cuatro meses cuando se les redujo de tres profesionales del servicio de Pediatría a tan solo uno, un puericultor, cuando marcharon por las calles para hacer ver que su sanidad corría serio peligro. La de ayer fue otra muestra más de fuerza social para reivindicar una sanidad de calidad en el rural ourensana, ante la falta de profesionales y recursos. La plataforma en defensa de la sanidad pública convocó ayer una manifestación con la salida en la Plaza de la Veracruz por la carencia de profesionales sanitarios, por las listas de espera para hacer una analítica, por la falta de un profesional de pediatría y por la carencia de recursos materiales. “¿Cuántas piezas del puzzle tenemos que perder para empezar a luchar? ¿Necesitas más razones?”, decía el cartel convocante. Ruido y vítores fueron los protagonistas para reclamar a la Consellería de Sanidad una reunión con el fin de solucionar unos problemas que se están dando en el centro de salud de la villa “desde hace un tiempo y que están provocando que paulatinamente se pierdan servicios lo que nos lleva a que tengamos que buscar por nosotros mismos la solución a estas deficiencias acudiendo a las urgencias del PAC (Punto de Atención Continuada), hospitales e incluso profesionales privados”.

Y es que solo en la última década más de 86.000 gallegos se han pasado a la sanidad privada, en gran medida por las listas de espera en la pública y la práctica más habitual de empresas de ofrecer pólizas de salud a sus trabajadores. Sin embargo, los vecinos de O Carballiño ayer salieron una vez más a la calle para reclamar lo que es un “derecho del estado del bienestar” para todos los ciudadanos y “también para los del rural”.

Entre los principales problemas que encuentran está la falta del segundo pediatra del que “no tienen noticias y tampoco del segundo concurso de méritos” que le prometieron; también la limitación a tan solo dos días a la semana de analíticas por lo que se encuentran con unas listas de espera alrededor de un mes; o que la máquina de rayos está obsoleta y las radiografías son de mala calidad y se estropean con frecuencia.

Ayer, la marcha estuvo compuesta por niños y mayores, familias y amigos y una representación de los vecinos de la villa que quieren que la sanidad sea “lo mejor posible, porque los del rural, merecemos lo mismo que los de las ciudades”. También se quejan de que las listas de espera el médico de familia supera los 10 días y eso les preocupa porque “va a llegar el verano y la población en Carballiño crece con gente que está de vacaciones que también merecen un servicio de calidad y estamos viendo que habrá vacaciones que no se cubran de facultativos y eso provocará todavía más espera”.

Inciden en la “precariedad” de la sanidad en cuanto a medios humanos y materiales, pero también en la de los profesionales que “muchos se encuentran con contratos temporales y por este motivo hay demasiadas rotaciones lo que produce una inestabilidad asistencial para los pacientes”.

Desde la plataforma en defensa de la sanidad destacan que “seguramente no están todos los motivos expuestos, pero por estas situaciones de precariedad, solicitamos una reunión con el conselleiro de Sanidade para trasladarle nuestras reivindicaciones, pero por el momento solamente obtuvimos el silencio como respuesta, ojalá pronto podamos obtener ese encuentro para abordar la problemática actual”. Y finalizan que “lo que sí tenemos claro es que todas estas razones son más que suficientes para reivindicar un servicio de calidad y más todavía con el apoyo que muestra la villa de O Carballiño”.

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