UU AA pide a la Xunta la “excepcionalidad climática” en tierras de cultivo de A Limia

Unións Agrarias insta a la Xunta a actuar con prudencia y responsabilidad ante la situación excepcional que afecta a los agricultores de A Limia. La organización agro ganadera hace un llamado para que tenga en cuenta los problemas que los productores de patata y cereal están atravesando este año debido a tanta lluvia. Incide no solo en la necesidad de que la excepcionalidad climática que afecta a la comarca sea tenida en cuenta respecto a la PAC y la imposibilidad de cumplir con los requisitos de los Eco-Reximes, sino también en la urgencia de que al Xunta dé un paso adelante y se implique para buscar soluciones que ayuden a los productores a paliar la nefasta campaña de cereal. Una situación que alerta podría extenderse también a la patata.

Debido las intensas en los últimos meses, la mayor parte de las tierras de cultivo dedicadas a cereal y patata siguen inundadas, lo que impide el acceso y el inicio de la siembra.

Flexibilidad y ayudas

Unións Agrarias se hace eco del nivel de preocupación existente entre los productores de la zona. Una alarma que aumentó en los últimos días en vista de los controles de campo realizados por técnicos de la administración. Advierte que las pérdidas previstas por la excepcionalidad climática son elevadas y de gran importancia para una zona que, además de la patata, tiene en el cultivo de cereal un pilar fundamental para su actividad agraria, con más de 10.300 hectáreas dedicadas a cereales de grano, cultivos forrajeros y leguminosas y unos rendimientos que, en un año normal, oscilarían entre los 3.500 y 4.000 kilos de producción por hectárea.

Así, considera indispensable que la excepcionalidad climática de este año se traduzca en la flexibilización de los requerimientos PAC para que la imposibilidad de cumplir con los porcentajes de “barbeitos” y cultivo de especies mejorantes que marcan los Eco-Reximes no excluya a los productores de la zona del acceso a estos fondos. Pide se evite la doble penalización económica que supondría no poder acceder a los fondos vinculados a la PAC, y la aprobación de una línea de ayudas directas para compensar el desplome de la producción.