La resistencia del casco vello: comerciantes mantienen vivo un barrio sin plan oficial de rescate

-La paralización del PEPOU, el proyecto municipal

-| Varios emprendedores son los “brotes verdes” que lo mantienen vivo

Calle Colón una de las zonas donde cerró gran número de comercios y se anuncian viviendas

Calle Colón una de las zonas donde cerró gran número de comercios y se anuncian viviendas / Iñaki Osorio

M.J.A.

Evelyn Reinosa ha abierto una tienda de dulces y de productos gourmet en los mismos bajos de la catedral, con “protección” de San Martiño; Xosé Vilamoure y Marita Carmona cumplen un año al frente de su galería de arte en Rúa Liberdade, también en el corazón del casco viejo, como motor dinamizador de cultura y formación, y Carlos Rodríguez es el alma desde A Bufarda en la calle Colón, de juguetes distintos y uno de los ejemplos de resiliencia enamorada de que el casco histórico tiene futuro.

Ellos y otro puñado de emprendedores son los que mantienen con su esfuerzo las constantes vitales del comercio casco vello de la ciudad, abandonado por las instituciones y con casi los mismos edificios apuntalados desde 1996, cuando se aprobó el plan de rehabilitación, PERI, desde hace años obsoleto.

“Es que yo vivo aquí y aquí tengo mi negocio desde hace 19 años, ¿cómo no voy a creer en el casco histórico?”, explica Carlos Rodríguez, al frente de A Bufarda. 

Hay artesanos orfebres como el de A Picota que tampoco tiran la toalla. Evelyn Reinosa, venezolana de acento y nacimiento, hija de emigrantes gallegos, no lo dudó. Primero instaló Daira, su boutique de productos gallegos, en la Praza Maior. Ahora ha dado otro salto y alquiló un bajo de la catedral en Rúa das Tendas que es un trozo de seo en si mismo. “Es un lugar a la vista, pasa más público que en los soportales de Plaza Mayor que se está centrando más en hostelería,, y elegí esta Rúa das Tendas porque me encanta apostar por el casco antiguo”, afirma.

Un café en Plaza Saco y Arce

Otro “brote verde” que se asentó en el casco histórico fue Mariano González, que abrió hace ahora un año su local Ceres en la Plaza de Saco y Arce. 

Vilamoure y Marita Carmona también acaban de cumplir su aniversario con su galería de arte Dodo Dadá. Y no se arrepienten, porque aman lo que hacen y el lugar elegido para dar forma a su sueño.

Hay alguno más, emprendedores que creen en las posibilidades del casco histórico más que las propias instituciones, que deberían ser las encargadas de preservarlas.

En los últimos meses en algunos de los edificios apuntalados de Colón o Hernán Cortés hay carteles que anuncian la promoción de viviendas.

“La mayoría son para apartamentos turísticos; está bien restaurar, pero no creemos que sea la solución, pues no fija población aquí, y cuanto más vivienda destine al turismo más subirá el precio del alquiler para el ciudadano al haber menos oferta”, opina Vilamoure.

Mientras la inercia institucional sigue, los datos publicados hablan de una pérdida aproximada de población en el casco histórico de en torno a un 20% en los últimos doce años, de modo que ese casi 8% de los habitantes que vivían en ese entorno han ido cayendo hasta el 5 o 4 % aproximadamente. 

El grupo municipal del PP, se quejaba la pasada semana de que no ha obtenido respuesta alguna del Gobierno local acerca del estado del PEPOU, el nuevo plan para la reforma del casco histórico y sus fuentes termales.

Se habían dado ya muchos pasos durante el bipartito PP-DO, cuando la edil popular Sonia Ogando asumía Urbanismo, pero ahora nada se sabe, y lleva unos dos años metido en algún cajón.

A Carlos, le gusta todo de vivir y trabajar en el casco histórico, aunque con varios peros. “Restaurar y embellecer la zona es prioritario, pero molesta ese tráfico a toda velocidad que atraviesa este casco peatonal como atajo urbano”. 

Le preocupan los contenedores “destartalados” que jubilan en este barrio o la supresión del paso del tren turístico por la zona, “cuando esta es la zona histórica de la ciudad”, o el impacto que causan los grafiteros en las paredes. 

Al final todos estos emprendedores que han antepuesto lo bello a lo fácil, han decidido instalarse aquí y reivindican una apuesta común de la esfera de lo privado y de lo público por rehabilitar edificios y dotarlos no de pisos sin más, sino hogares, que atraigan familias.

La resistencia del casco vello: comerciantes que dan vida a un barrio sin plan oficial de rescate | IÑAKI OSORIO

Vilamoure y Marita, en su Galeria Dodo Dadá en Rúa Liberdade / Iñaki Osorio

Vilamoure y Marita Carmona: la galería que inyectó arte y cultura contra el éxodo

Para dos artistas como Xosé Vilamoure y Marita Carmona, la galería Dodo-Dadá se convirtió n hace un año en su apuesta vital y creativa y, por su ubicación, la rúa Liberdade, en una inyección de cultura y dinamización del casco histórico, que ayuda, a su manera, a frenar el éxodo, pues atrae público y alumnos a los numerosos talleres y cita formativas. Un año lleno de proyectos, en el que han vuelto a encender la luz en una casa vacía.

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Evelyn en su tienda Daira, en un local bajo la catedral / Iñaki Osorio

Evelyn Reinoso: Boutique gourmet y mucho más bajo la mismia catedral

Rúa das Tendas es una de las calles con más historia, e incluso parte de la misma discurre bajo la bella escalinata de la catedral. Ahí mismo, en los “sótanos” de la catedral de San Martiño, Evelyn tiene Daira, su boutique de productos del país. “Había una tienda antigua de ropa y hace unos meses decidí venirme porque me gusta el casco histórico; hay mucha gente de paso y estando bajo la catedral, ¿qué mejor bendición?”,bromea. 

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Carlos en A Bufarda, con uno de sus peluches "casi" vivos / IÑAKI OSORIO

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Carlos Rodríguez: el creativo de los juguetes únicos que revitalizó su calle

Carlos es la resistencia en cuestiones de espíritu creativo, amor al casco histórico en el que vive y trabaja hace 19 años y la demostración de que si ofreces algo distinto y con un trato personalizado y especializado, como sus juguetes, “la gente viene de los puntos más diversos de la ciudad”. “No hay ningún muro; solo hay que apostar por esta zona histórica”, explica. Una de sus pegas, que esta zona peatonal “sea vía rápida y atajo del tráfico”.

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