El comercio reclama blindar el festivo del Día del Padre: “Es una cuestión vital”

El sector propone el segundo domingo de marzo como fecha oficial, al igual que el Día de la Madre se fijó en el primero de mayo

Milucho lee el manifiesto de los comerciantes.

Milucho lee el manifiesto de los comerciantes. / Iñaki Osorio

El comercio ourensano vuelve a poner sobre la mesa su demanda de blindar el festivo del Día del Padre. La Plaza de Abastos de la ciudad celebró ayer la fecha con gastronomía y música, y acogió un acto reivindicativo del sector. “Hace unos años era día festivo en la comunidad, después de que Luis Rivera y yo se lo pidiésemos a Alberto Núñez Feijoo (expresidente de la Xunta), pero últimamente ya se han olvidado de nuestra petición, no se preocupan de si es o no es festivo”, señala Emilio González, “Milucho”, presidente de los comerciantes de la Plaza.

“Es una fecha vital para el comercio, como lo es el Día de la Madre, que es una fecha estanca”, apunta Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Centro. Ambos reivindican la importancia de la jornada para las ventas, tanto de la alimentación como de la hostelería o las tiendas de ropa o perfumes. “La Dirección Xeral de Comercio de Galicia no está con el pequeño comercio desde hace unos años, está más a otras cosas. Ni siquiera reciben a los placeros”, critica Milucho.

El sector propone fijar la celebración el segundo domingo de marzo, de forma similar a la decisión que se tomó hace décadas de mover el Día de la Madre al primer domingo de mayo. “Al principio puede parecer raro, pero en un par de años la gente se acostumbraría. Así, el segundo domingo de marzo sería el Día del Padre, y luego el San José se celebraría el propio día 19”, detalla Rivera.

En el acto de la Plaza también hubo representación de la hostelería. “Para ellos también es un día clave: este año están al 30% de reservas, cuando si es festivo, están al 100% y no encuentras sitio”, asegura Rivera, que recuerda que el comercio y la hostelería suponen el 20% del Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia. En esa línea, el acto incluyó la participación de empresarios otras zonas de la provincia. “Decidimos venir porque estamos de acuerdo con esta iniciativa y porque hay que hacerla en conjunto, cuantos más seamos, más fuerza haremos”, señala Isabel Rodríguez, gerente del Centro Comercial Abierto de Ribadavia. “Si también se suman compañeros de otras ciudades es más fácil que nos escuchen”, comenta Noelia Mares, gerente del Centro Comercial Abierto de Carballiño.

Un “revulsivo”

Las diferencias entre un Día del Padre festivo y uno laboral, como el de ayer, son “evidentes” a ojos de los comerciantes. “Para nosotros, si la semana de Navidad es muy buena, el Día del Padre se parece a la víspera de Nochebuena. Después de meses tan duros como son enero y febrero, era un revulsivo para todo el sector. Pero parece que están empeñados en cargarse el pequeño comercio”, lamenta Milucho.

“Era un día de gasto, la gente iba a comprar un regalo, a comer por ahí... Pero cuando el día no es festivo, la gente se despista, ni se acuerda”, asegura Isabel Rodríguez. Noelia Mares habla de los beneficios que reciben distintos comercios: “El que come fuera, ya consume en hostelería, el que come en casa compra alimentación y a lo mejor algún dulce en las confiterías, compras algún regalo, flores... Pero al ser día laboral todo eso se queda muchas veces en una simple llamada de teléfono”.

Sin el festivo del Día del Padre, el balance del mes de marzo queda a expensas del turismo de Semana Santa. “Luego viene el Día de la Madre, pero luego ya hay varias semanas duras hasta que empiece el verano”, recuerda Milucho. “Lo que es bueno para el comercio, es bueno para la ciudad”, resalta Rivera.

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