“Ourense no tempo”, la historia de la ciudad contada en 150 latidos

La exposición inaugurada ayer en la sede de A Fundación sumerge al visitante en el devenir de la urbe, incluyendo desde una ara romana hasta la última guitarra del Los Suaves

Los responsables de la muestra con los patrocinadores, el conselleiro y otros cargos políticos.

Los responsables de la muestra con los patrocinadores, el conselleiro y otros cargos políticos. / Iñaki Osorio

M.J.A.

Contar el devenir de la ciudad de Ourense, desde sus mitos y orígenes relacionados con As Burgas a la posterior confluencia o mestizaje ético y estético entre las tribus de los galaicos ya asentadas y los romanos, así como viajar en la historia a través de documentos, planos, mapas fotografías –una de ellas la más antigua, se cree de Ourense– vivir experiencias a audiovisuales para sumergirse en la ciudad de modo interactivo o bajar a la recreación de un café ourensano, y sentarse a escuchar qué nos dicen desde la mesa de al lado, personajes como Ferro Couselo Xaquín Lorenzo, Cuevillas, Otero Pedrayo o Blanco Amor entre otros.

No es un sueño inducido, sino la exposición ‘Ourense no tempo’, un viaje distinto y enriquecedor en matices por la historia de la ciudad, inaugurado ayer en la sede de Afundación de la Plaza Mayor, y que permanecerá abierta hasta el 11 de mayo incluido.

La muestra, que es fruto de más de dos años de intenso trabajo recopilatorio de piezas y documentos de un equipo científico del que es comisario Manuel Gago, doctor en Ciencia de la Comunicación y coordinador local José María Eguileta, jefe del Departamento de Arqueología del Concello de Ourense, forma proyecto expositivo Cidades no Tempo, organizado por la Xunta de Galicia, a través de la Fundación Cidade da Cultura y Afundación (obra social Abanca). Este recorrido se inició en el 2022, con el objetivo de reivindicar la identidad urbana de las ciudades de Galicia y pone al fin el foco en la ciudad de Ourense.

Fotografía de 1860 en la desparecida rúa Esperanza, donde se levantó edificio Simeón.   | // I.O.

Fotografía de 1860 en la desparecida rúa Esperanza, donde se levantó edificio Simeón. / Iñaki Osorio

La muestra arranca con aras de As Burgas que narran historias y personajes de esa confluencia de la cultura indígena y la romana, y va recorriendo la expansión de una ciudad condicionada por el Miño. Como en los gabinetes de curiosidades, la muestra no queda en un frío relato histórico lineal sino que va abriendo “cajones” o “islas” , que incluye esos documentos y piezas únicas, desde s la ventana de la capilla de Santa Catarina en Reza Vella (901-100), que habla de un conjunto cultural que se iba moviendo alrededor del territorio sur del río Miño.

La primera parte de la exposición bajo el epígrafe de “Tramas” incluye variedad de planos y otros soportes documentales habla de la expansión urbana condicionada por el Miño, y la anexión del Concello de Canedo en 1943, con la exposición de una tapa original de alcantarilla de la red de aquel municipio extinto, que ahora es el barrio pontino.

Se abordan a también apartados como la estética de la ciudad, los diferentes estilos, los fiestas y el paso de la ciudad en espacio comercial y productivo a eje en lo económico.

Una ciudad ‘interface’

También se aborda Ourense como ciudad interface, según indican el comisario y coordinador de la muestra en esa visita de presentación, como ese núcleo y cruce de caminos que es entre Portugal, Castilla y el resto de Galicia.

En A cidade Faladoiro, también se aborda ese siglo XIX como núcleo intelectual y creativo, con la recreación de un café en el que se puede compartir y escuchar las voces de figuras relevantes y ver objetos personales de cada uno, como el cuaderno de notas de Otero Pedrayo, el bastón que acompañaba en sus últimos años Risco para dar sus paseos por la ciudad o la máquina de escribir de Blanco Amor .

Uno de los paneles audivisuales que amenizan y facilitan  la visita.   | // I.OSORIO

Uno de los paneles audivisuales que amenizan y facilitan la visita. / Iñaki Osorio

La exposición ‘Ourense no tempo’ sigue una recorrido histórico respetuoso con la cronología, pero son muchos los planos y objetos los que la hacen más interactiva.

Entre ellos a primera la primera vista panorámica de Ourense, una obra de Cendón del siglo XIX que será referente de la evolución de la ciudad.

También una hermosa foto propiedad actualmente de Rafael Salgado, y que se considera la más antigua de la ciudad (data de 1860) con un grupo de mujeres departiendo en la calle Esperanza, ya desaparecida pues en ese solar se levantó el actual Centro Cultural Marcos Valcárcel.

A través de la tecnología digital, que viaja a lo largo de la exposición, para descubrir patrimonio arquitectónica a través de sus fachadas, se puede disfrutar de la única vista completa del pórtico del Paraíso, imposible e de disfrutar así en la Catedral.

También, para contar el tiempo fabril aparece un pote salido de la factoría Malingre; libros originales y revistas como O Tío Marcos d´a Portela (1876), la primera publicación periódica en lengua gallega.

En el viaje por todas las época y estilos lleno de objetos que, como diría Unamuno, permiten conocer la historia, en este caso de la ciudad, y a la vez su intrahistoria a través de los más diversos documentos públicos y privados, salta desde el origen al ámbito de lo contemporáneo, para mostrar la ciudad, tanto a través de su despegue comercial y de sus diseñadores, como de las voces de los coetáneos, en una especies de archivo y sonoro en el que personales de la ciudad, cuentan sus experiencias .

En ese viaje de siglos, en apenas dos salas, nutridas de experiencias, s no falta también elementos como la última guitarra que tocó Yosi, de Los Suaves, una banda rock que llevó el nombre de la ciudad por España, o el contrabajo de Café Latino que, como su piano, tocaron y tocan los mejores maestros del jazz.

El trabajo de Gago y y Eguileta es, por su documentada bibliografía, originalidad y la pasión implícita que han depositado en esta muestra, una garantía de disfrute. Solo el vale el “pasen y vean”. ‘Ourense no tempo’ es para ver, no para que se la cuenten.

“Las ciudades alimentan lo que somos como pueblo”

El conselleiro de Cultura, Educación, FP y Universidades en funciones, Román Rodríguez, participó ayer en la inauguración de la exposición ‘Ourense no tempo’, donde puso en valor a relevancia que poseen las ciudades gallegas como elementos “integradores y vertebradores” de nuestra cultura, en referencia a la relación con el paisaje, con la estructura económica y con la propia historia de la Comunidad. “Un proyecto que desde la Xunta organizamos y apoyamos y que estamos muy orgullosos de que sirva para dar a conocer a los gallegos una parte más de su propia historia”, dijo Rodríguez. En su intervención, el conselleiro señaló las ciudades como “termómetros culturales del desarrollo de un pueblo” y puso de relevancia que las ciudades gallegas “son en sí mismas un recuerdo de nuestra tradición y das sus sensibilidades y, como tal, alimentan la idea del que somos como pueblo”. Román Rodríguez puso en valor, además, tanto a la ciudadanía ourensana como el puente romano, As Burgas, la catedral de San Martiño, el claustro de Sano Francisco, la plaza do l Ferro o el puente del Milenio. “Emblemas de una ciudad con unas raíces muy hondas que fue avanzando sin rechazar su historia”, ensalzó. Hizo hincapié también en la figura de la ciudad de Ourense como “punto de encuentro” tanto cultural y de ocio social, como de comunicación y de descanso de los viajeros.

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