Antonio Valencia Fidalgo, el abogado querido por todos

Compañeros y allegados recuerdan la calidad humana y la valía profesional del letrado, que falleció en agosto a los 64 años, tras casi 40 de carrera

Compañeros del ámbito judicial y allegados compartieron el acto en honor de Antonio Valencia Fidalgo.

Compañeros del ámbito judicial y allegados compartieron el acto en honor de Antonio Valencia Fidalgo. / IÑAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Casi doscientas personas participaron este viernes en un acto de confraternización y de homenaje con la figura de Antonio Valencia Fidalgo en la memoria. “Sempre con nós!”, rezaba una fotografía de gran tamaño de este abogado, el colegiado número 169 en Ourense, que falleció el pasado mes de agosto, a los 64 años.

Junto a la imagen, en un perchero, colgaban varias corbatas. Un guiño cariñoso al difunto. Era una estampa habitual en el despacho de Antonio. Sencillo en sus formas, en el perchero de su lugar de trabajo se contaban por decenas estas prendas.

Muy pocas veces hay unanimidad en las opiniones como las que concita la figura de Antonio Valencia, del que su entorno destaca su calidad humana. Afable y bondadoso como persona, resolutivo, trabajador y muy dedicado con sus clientes. En la jurisdicción laboral se convirtió en un referente.

Fiscales, magistrados y funcionarios asistieron al homenaje de Antonio Valencia.

Fiscales, magistrados y funcionarios asistieron al homenaje de Antonio Valencia. / IÑAKI OSORIO

Numerosos compañeros de la abogacía, así como los magistrados de los cuatro juzgados de lo Social de Ourense y varios fiscales estuvieron presentes junto a familiares y allegados. El acto de homenaje se desarrolló en el Liceo. Se celebró una comida, se proyectaron vídeos y hubo intervenciones en recuerdo del abogado. Fue una jornada emotiva.

Algunos amigos abogados de Antonio Valencia.

Algunos amigos abogados de Antonio Valencia. / IÑAKI OSORIO

Antonio Valencia Fidalgo, nacido en noviembre de 1958, tenía su despacho en la calle Juan XXIII de la ciudad de Ourense. Durante años, era habitual ver largas colas de clientes que acudían a resolver sus casos, sobre todo en materia de jubilaciones e incapacidades.

Permaneció en activo en el ejercicio de la abogacía desde el 18 de enero de 1984, hasta su muerte. En casi 40 años de trayectoria ha dejado una huella honda, por su forma de trabajar y por su manera de ser.