La banda del cobre actuaba de noche en carreteras provinciales de la ‘raia’

La Guardia Civil da por cerrada la operación con siete detenidos | El robo también afectó a las comunicaciones móviles y a dos cuarteles ourensanos

Parte del cobre robado, en la comandancia de Ourense.   | // I. OSORIO

Parte del cobre robado, en la comandancia de Ourense. | // I. OSORIO / A.G.T.

Siete detenidos, cuatro de nacionalidad española y de etnia gitana y tres de nacionalidad portuguesa. Ese fue el saldo de detenciones de la operación Filium Ou por parte de la Guardia Civil de Ourense, que desarticuló una banda “criminal” que robó 19,5 kilómetros de cable de cobre en las comarcas de Xinzo y Monterrei durante un año. Rafael Berguillo, comandante y jefe interino de la Comandancia de Ourense, ejemplifica que “es la distancia que hay desde la ciudad hasta Allariz”.

Dentro de estos siete detenidos había dos células diferencias que se repartían el sur ourensano. Actúaban siempre de noche, con ropa oscura y en zonas aisladas de núcleos urbanos.

La primera célula, compuesta por tres personas, se dedicaba a talar los postes de la luz directamente. Con una rebarbadora cortaban los postes de madera del tendido de la telefonía móvil y se llevaban todo el material para proceder al separado del cobre. Esta célula actuó en la carretera de Xinzo a Baltar, en la OU-304 hasta en cuatro días diferentes; en la OU-301 que va de Xinzo de Limia hasta Bande en cinco días diferentes; en la OU-1104 que une Vilarderrei y Vilar de Barrio constan seis días de robos; y en la OU-1103 de Vilar de Barrio a Os Milagres loos agentes constataron hasta cuatro días donde los perpetradores actuaron de madrugada. A este grupo se le imputa el robo de 11,5 kilómetros de cobre, valorados en 346.605 euros.

La investigación, que se inició en noviembre de 2022, comenzó por las denuncias de robos de material por parte de la empresa suministradora y los agentes que llevaron a cabo la investigación vertebraron diferentes medios de averigüación para identificar a los ladrones en los puntos donde se había robado cobre. En este sentido, desde el Cuerpo, destacan que pudieron concretar que los ladrones estaban en los puntos dispuestos, en los días que se habían perpetrado los robos, gracias a las cámaras de investigación de las zonas cercanas así como a otros hechos concretos, que no quisieron desvelar.

La segunda célula operativa actúaba principalmente en la comarca de Monterrei, también en carreteras provinciales o comarcales alejadas de los núcleos urbanos de mayor densidad. A esta se le atribuyen 27 delitos de hurto de cobre, que se traducen en 8 kilómetros con un coste de 188.000 euros. Esta célula no talaba los postes, si no que con un gancho en un extremo de una cuerda cortaban el cable de cobre y después desde otro extremo lo volvían a cortar para despedazarlo en trozos más pequeños y marcharse lo más rápidamente posible.

Dos cuarteles incomunicados

Los agentes que llevaron a cabo la investigación señalaron que el robo de cobre afectó a más de 90.000 hogares, que se traducen en más de 230.000 personas y también en 21 centros de salud que se quedaron sin línea de telefonía o sin línea de internet. Además, durante un año también se vieron afectadas 217 llamadas a los servicios de emergencias y 71 de riesgo vital para las personas que no se pudieron realizar.

Además de todas estas afectaciones, también se vieron perjudicadas las comunicaciones móviles. Los agentes describen que “cuando estamos hablando de robo de cobre tenemos que pensar que no solo afecta a internet, sino también a las comunicaciones fijas y móviles. Este cobre de suministro telefónico, también afectó a estaciones de radio. En total se vieron estropeadas 61 estaciones de radio, que cada estación da cobertura a más o menos 1.080 móviles. Por lo que es una cantidad importante de afectación, en líneas móviles”.

Y ponen ejemplos claro como el 12 de abril de 2023 cuando un cuartel de la Guardia Civil estuvo incomunicado y el cuartel de Xinzo en el mes de mayo. Comentan que “se quedaron sin comunicación, no solamente sin comunicación telefónica, sino también sin canales de comunicaciones internas nuestras o de aviación civil”.

También ponen otro ejemplo en otra fecha concreta. Esta vez el 24 de mayo cuando 11 centros de salud del sur ourensano se vieron afectados al no tener comunicación, además de 36 empresas entre centralitas y centros logísticos, bancos, supermercados y el pago por tpv que se cayó durante horas.

Todos estos daños están cuantificados en medio millón de euros y la empresa suministradora calcula que tardó en su reparación 111 días para reestablecer todo el servicio que la banda había afectado con el robo de casi 20 kilómetros de cobre.