Un fuego “artístico” en la noche de San Juan de 1999 en Allariz

Maridar tres sectores importantes de la vida. La naturaleza, el sector primario y la energía. Ese era el objetivo de Agustín Ibarrola que empezó a diseñar mentalmente como quería convertir el espacio natural de O Rexo en la localidad ourensana de Allariz. Su reciente fallecimiento engrandece (todavía más) la expresión artística que se inauguró una noche de San Juan de 1999. Rocas pintadas, árboles convertidos en cuadros y una villa que sumó un atractivo turístico natural. Un espacio, el de O Rexo, que es visitado y fotografiado por centenares de turistas y vecinos locales para difundir un legado único que armoniza el arte con la naturaleza y evoca una sensación de pazy magia. Ibarrola ya lo dijo: “Esta es la obra más importante de mi vida”.