El llamado “milagro” poblacional de concello de Barbadás, limítrofe a Ourense y en constante crecimiento en los últimos años, con más de 11.000 vecinos censados, parece que va paralelo al milagro de la fe. El número de católicos, y además practicantes, también rompe esquemas y ante la alta demanda y actividad de su iglesia parroquial, el Obispado de Ourense ha adquirido un enorme bajo en A Valenzá para abrir un nuevo centro pastoral, con iglesia incluida, que supla las carencias de espacio de la iglesia parroquial de San Bernabé.
El obispo Leonardo Lemos fue el encargado de bendecir en la tarde de ayer las instalaciones y consagra el altar de la iglesia que se dota en el interior de este gran bajo pastoral, en un acto que contó con la asistencia de decenas de vecinos y vecinas.
Dos realidades de la iglesia
Este centro pastoral se suma al que se abrió en los últimos años en Covadonga y Nuevo Barrocanes, y representa las dos realidades de la iglesia diocesana, que mientras se desmantela en el rural, con más de 700 parroquias diseminadas sin apenas vecinos, ha tenido que aumentar recursos, para atender estas nuevas zonas de crecimiento demográfico, en muchos casos con familias jóvenes que llegan de otros países de confesión católica, pero aún más apegados a participar en los cultos de su iglesia.
140 niños, solo en catequesis
Este centro llevará el nombre de Madre Teresa de Calcuta y será un espacio complementario a la iglesia parroquial de San Bernabé de A Valenzá, para completar la celebración, formación, catequesis, atención a los fieles y demás.
Como ejemplo de ese “milagro” de crecimiento poblacional de Barbadás, y del gran número de niños, en contraposición en una provincia envejecida, en estos momentos la parroquia tiene a 140 niños preparándose para catequesis. Por eso se ha adquirido toda la planta baja de un edificio donde se ha instalado ese lugar de oración y de encuentro, con un nivel de capacidad de 180 personas sentadas.
Según explica el Obispado, la iglesia parroquial sigue siendo la de San Bernabé, de A Valenzá, es donde sigue estando ubicada la pila bautismal, y donde se sigue celebrando misa todas las tardes y los domingos por la mañana.
La intención es que esté abierto todo el día, desde las 8:00 hasta las 21:00 horas. En un escenario diocesano de iglesias vacías, este centro ofrece misas de martes a viernes a las 8:00 horas, para que puedan asistir las personas antes de ir a trabajar. Aquí ni un feligrés tendrá excusa para no ir a la misa dominical pues habrá una a las 12:30 horas de la mañana y otra a las 21:00 horas “para los que vienen del pueblo o de disfrutar del ocio”.
