Una tormenta de última hora propició que se iniciarán dos focos en el Macizo Central ourensana, más concretamente en San Xoán de Río. Uno de los rayos que cayó a última hora de la tarde ayer hizo que se iniciaran las llamas en dos partes de la Serra do Larouco. Asimismo, también se produjo una intensa lluvia que hizo que se rebajaran los incendios activos como el del Macizo Central y los conatos que fueron apareciendo en toda la provincia.

Columnas de humo en el núcleo de Quins, en Melón. | // F. CASANOVA

Como por ejemplo los de O Ribeiro que dos días después de declararse los incendios fueron estabilizados y uno de ellos extinguido. El que afectó al municipio de Ribadavia, que quemó aproximadamente unas 65 hectáreas, fue estabilizado durante la tarde de ayer después de una labor incansable de los servicios de emergencias durante dos jornadas de intenso calor y de mucho trabajo. La alcaldesa de Ribadavia, Noelia Rodríguez (PSOE), señalaba que “el incendio está perimetrado con quemas de ensanche y perímetros de bulldozer, por lo que el fuego está asegurado en la zona de Franqueirán”. Y añadía que “continúan con los trabajos, los equipos de emergencias, para asegurar el perímetro y que no se vuelvan a avivar las llamas”.

Además, también comentó que tres bomberos forestales tuvieron que retirarse del servicio que estaban haciendo por las temperaturas elevadas que estaban viviendo en Ribadavia, donde se alcanzaron los 43 grados de temperatura el martes y los 42 ayer. Noelia alaba su trabajo y esfuerzo diciendo que “tuvieron una prueba dura con este fuego y estas condiciones de calor”.

Uno de los de Quins, en el municipio de Melón, donde se quemaron 50 hectáreas, también quedó estabilizado ayer a la tarde con esa cuantía de hectáreas provisional. El otro foco también en Quins fue extinguido quedaron afectadas 35 hectáreas totales, de las que 17 fueron de monte arbolado y otras 18 de monte raso.

El de Vilamarín se aviva

El despliegue de los servicios de emergencias durante el pasado martes hizo que las llamas en el municipio de Vilamarín quedaran bastante reducidas, después de que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado cortaran la circulación en la N-540 para dar espacio a los servicios de extinción. El regidor de la localidad, Amador Vázquez (PP), señaló ayer que “estaba controlado, pero se avivó y pasó al núcleo cercano del municipio de A Peroxa de San Cibrao de Armental, parece que tiene menos intensidad que el de ayer, pero no se puede decir nada”. Y añadió que “no se recuerda un calor como este en Vilamarín así que esperemos que no vaya a más”.

En la jornada de ayer, equipos aéreos de la base de Antela y de Doade se acercaron a apagar las llamas que cruzaban al concello de A Peroxa y tuvieron el auxilio de los helicópteros del Xurés y de brigadas.

Ayer, Ourense estaba en riesgo extremo de incendio y, a pesar de las altas temperaturas y de que registraron solamente un par de focos, no se produjeron incendios de consideración y la lluvia fue la mejor aliada para apgar los fuegos y refrescar la tierra para los próximos días.