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Yolanda Boo Rodríguez | Jefa del distrito forestal XIV, Verín-Viana

“En los pueblos todo el mundo se conoce y sigue existiendo cierta reticencia a denunciar”

“La despoblación y el envejecimiento hacen que no se trabajen las tierras y el monte, en muchos casos, esté abandonado o infrautilizado”

La jefa del distrito forestal XIV Verín-Viana, Yolanda Boo, en el centro de coordinación. FDV

En el sureste de Ourense se conjugan varios factores que elevan el riesgo de incendio: altas temperaturas en los días de calor, menos precipitaciones que en otras zonas, una frontera compartida con Portugal, de donde llegan algunos frentes, y la autovía A-52 que, en ocasiones, sirve como lugar de “galería” para los incendiarios que quieren ver arder, así como posible punto de inicio de fuegos por imprudencias.

Al frente del distrito forestal XIV, el de Verín-Viana, está Yolanda Boo Rodríguez. Bajo su mando se encuentra una de las zonas más difíciles para la lucha contra los incendios.

– Según el Pladiga, las parroquias de alta actividad incendiaria con más incendios en los últimos 5 años son del distrito Verín-Viana, como O Pereiro (A Mezquita) y O Tameirón (A Gudiña). Además este último es el único concello de Galicia con cuatro PAAI. ¿A qué causas obedece este problema y cuál suele ser la naturaleza de estos incendios?

– En este distrito forestal tenemos este año 13 parroquias de alta actividad incendiaria de las 35 de toda Galicia. Las causas de los incendios en nuestro distrito, en más del 90% de los casos, son intencionadas. En esas dos parroquias supera el 93%. Los motivos son muy diversos: la mayoría se producen para la eliminación de maleza, pero también hay fuegos provocados para favorecer el pasto para el ganado, crear malestar o alarma social, favorecer la caza, por venganzas, por disputas de titularidades, por vandalismo y también a manos de enfermos mentales (pirómanos), que son los menos casos.

– ¿Hay medidas especiales de vigilancia en estas zonas? ¿Se ha mejorado en la detección rápida?

– Efectivamente, tanto en las Zonas de Alto Riesgo de incendio (ZAR), que en el distrito XIV son todos los municipios, y todavía más en las PAAI, se lleva a cabo una mayor disuasión, investigación y, sobre todo, vigilancia. Tenemos dos puntos fijos (uno en el monte Testeiro, en A Gudiña, en el que se divisa estas zonas perfectamente), y desde 2018 contamos con 12 cámaras de vigilancia. Hay otras 6 más que, aunque están en distritos adyacentes, permiten visionar nuestro territorio. Estas mejoras tecnológicas, además de la buena voluntad de la población, que está muy concienciada en alertar al 085 en cuanto ve fuego, hacen que el tiempo de detección de los incendios haya disminuido en los últimos años.

– ¿Se ha avanzado en la sensibilización ciudadana, por ejemplo mediante denuncias anónimas, o todavía es necesario mejorar?

– Se ha avanzado, pero aún hay margen de mejora. En los pueblos todo el mundo se conoce y sigue existiendo cierta reticencia a la hora de denunciar. Los vecinos deben tener en cuenta que existe un teléfono, el 900 815 085, que es gratuito y totalmente anónimo. Cualquier pequeño detalle que puedan aportar puede ser un gran indicio para investigar. Además, para reforzar la concienciación, estamos organizando charlas informativas en las diferentes parroquias de alta actividad incendiaria, con el fin de incrementar la sensibilización de la población y para que conozcan medidas de autoprotección ante un incendio.

Monte arrasado por el fuego en Monterrei, en 2020. BRAIS LORENZO

– ¿Hay relación entre este número tan elevado de incendios y el abandono del medio rural?

– Más que con el número, con el tipo de incendios que tenemos hoy en día. Es un hecho que hay una despoblación de las zonas rurales, que además tienen unos habitantes con una media de edad muy avanzada. Esto hace que no se trabajen las tierras alrededor de los núcleos y el monte, en muchos casos, esté abandonado o infrautilizado. Supone un mayor riesgo para el terreno forestal y los núcleos habitados.

– El distrito está atravesado por la autovía A-52 y es uno de los que menos precipitaciones tiene en Galicia. ¿Hay preocupación de cara a esta campaña? ¿Puso en alerta lo ocurrido en Zamora?

– Que la autovía atraviese el distrito tiene en parte inconvenientes, ya que puede ayudar a los incendios llamados de galería, provocados para que mucha gente que circula por la misma vía los pueda ver. También puede incidir en que se produzcan imprudencias de ciertos conductores que tiran colillas por las ventanas, o que una avería de un vehículo cause un incendio. En cambio tenemos la ventaja de que muchas personas circulan por la vía y alertan en cuanto ven humo. La A-52 también ayuda a que nuestros medios se trasladen dentro del distrito en el menor tiempo posible y lleguen antes a los incendios.

En cuanto a las precipitaciones, este año apenas hemos tenido, lo que nos mantiene ocupados y preocupados, lógicamente, tanto por el estado del combustible en el monte como por las limitaciones para la carga de los medios antiincendios en los puntos de agua, ríos o embalses. Como es natural, también observamos con preocupación el incendio de Zamora. En cualquier caso, estamos en alerta todo el año, más si cabe en verano. Además, todo el personal fijo discontinuo de 6 meses está trabajando desde el 17 de mayo. Todo el operativo está en condiciones para la temporada de alto riesgo, que comienza el 1 de julio.

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