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Vuelve el trueque

Alba Fernández muestra una chaqueta a un usuario del intercambiador. | // IÑAKI OSORIO

La parte de atrás de la tienda de Comercio Xusto es desde ayer un ropero en el que uno puede dejar las prendas que ya no se pone o llevarse otras que cayeron en desuso en el armario de alguien. Un acto de consumo responsable que planta cara a la moda rápida.

Alba Fernández, responsable de la tienda Comercio Xusto de Ourense-Solidaridade Internacional, es usuaria del intercambio de ropa, una fórmula sostenible que ofrece una segunda vida a prendas que ayer fueron tendencia, pero que en cuestión de semanas son sustituidas por nuevas colecciones y quedan arrinconadas en el armario.

Ella misma se encarga de montar en cada estación el intercambiador de ropa en el que la tendencia no la marca la moda, sino la protección del medio ambiente. “La idea es dar más uso a la ropa, luchar contra el ‘fast fashion’, y combatir esa industria centrada en fabricar y fabricar, y no siempre tejidos de buena calidad, para usar y desechar”, apunta.

Alba Fernández, junto a un expositor de ropa infantil. INAKI OSORIO

La iniciativa surgió en 2018, estuvo parada en 2020 por la pandemia, y ahora se retoma con la intención de captar cada vez más adeptos. La tienda está en pleno casco histórico, en la rúa Bailén (detrás de la Casa do Concello), y dedica una parte del espacio a usos sociales y a fomentar sinergias. Desde actividades para niños a cursos, incluyendo este ropero. “La ropa que se entrega tiene que estar limpia y en buen estado”, explica Alba, además de corresponderse con la estación, en este caso de invierno. Y no hay límites, “puedes dejar algo y coger lo que te hace falta, pero no es obligatorio dejar para llevar”, apunta.

Asegura que el trueque genera “bastante movimiento” y una participación muy dispar. Desde gente joven a mayores, y de todas las clases sociales, por lo que también se pueden encontrar prendas caras y ropa de marca. “Siempre es gente muy concienciada”, añade. Además, al final de la temporada, la ropa que sobra se entrega a Cáritas y a Fundación Amigos de Galicia.

La ropa que más circula es la de mujer y de bebé, y también incluye calzado y complementos.

“Cuando surgió esta iniciativa no había en Ourense ninguna ONG o asociación que hiciese trueque, sí había alguna tienda de segunda mano, pero no como intercambio”, señala Alba, que anima a participar. Solo hay que revisar el armario, rescatar las prendas sin uso y visitar la tienda de Comercio Xusto.

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