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Tráfico interpuso 2.623 sanciones por exceso de velocidad en lo que va de año

La Guardia Civil inicia una campaña para prevenir las distracciones al volante, que ya son la tercera causa de multa: “A veces van tan abstraídos con el móvil que ni nos ven”

La Guardia Civil de Tráfico estableció un control en la A-52, a la altura de Ribadavia. | // FERNANDO CASANOVA

El exceso de velocidad continúa siendo la infracción que más se sanciona por la Guardia Civil de Tráfico en las carreteras ourensanas. Es una tendencia que no ha cambiado en los últimos años y que en 2020 sufrió un repunte aún con el confinamiento y las restricciones de movilidad impuestas durante varios meses.

En el año 2019 –el anterior a la pandemia– se registraron 3.599 denuncias de este tipo frente a las 3.687 de 2020 y las 2.623 de lo que llevamos de 2021.

La segunda infracción más cometida es el exceso de alcohol al volante que en lo que va de año ya cuenta con 705 sanciones interpuestas. Son más de la mitad de las registradas en 2020 (cuando hubo 1.230) y estas, a su vez, inferiores a las de 2019, año en el que la Guardia Civil tramitó 1.588 multas de este tipo.

La tercera infracción más recurrente –por encima de la conducción bajo efectos de las drogas– entre enero y agosto de este año es la distracción con teléfono móvil por la que ya han sido tramitadas 598 multas en las vías ourensanas. Esta infracción (que actualmente supone una pérdida de 200 euros y 3 puntos del carné) subirá a 500 euros y 6 puntos según el borrador de reforma de la ley. Según indican desde la Dirección General de Tráfico, este cambio está motivado en el hecho de que cuando empezó el sistema de puntos, en 2006, no estaba tan extendido el uso de las aplicaciones de mensajería en los dispositivos electrónicos como sucede a día de hoy.

"Fumar no está registrado como infracción, pero todo lo que conlleva el acto de fumar supone una alteración importante para quien maneja el vehículo”

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“El móvil es una de las principales distracciones que los conductores tienen al volante, pero no la única. Comer, beber o fumar mientras conducen también lo son. Fumar no está registrado como infracción, pero todo lo que conlleva el acto de fumar supone una alteración importante para quien maneja el vehículo”, explica el sargento primero Daniel Vázquez, que ayer estuvo en el control establecido en el km 252 de la A-52, en sentido Benavente.

Dicho control forma parte de la campaña coordinada por la DGT a nivel nacional y ROADPOL –organismo que aglutina a los cuerpos policiales encargados de la vigilancia del tráfico en toda Europa– que se desarrollará entre los días 16 y 22 de este mes.

El objeto de la misma es evitar las distracciones durante la conducción, las cuales incrementan exponencialmente el riesgo de sufrir un siniestro al afectar al tiempo de reacción y capacidad de anticipación del conductor, convirtiéndose en los últimos cuatro años en la primera causa de los accidentes mortales en las carreteras españolas, estando presentes en el 20% de los siniestros viales, según informan fuentes oficiales.

Para vigilar este tipo de infracciones la Guardia Civil trabaja desde diferentes frentes. Por un lado emplean vehículos camuflados con los que circulan haciendo una observación del resto de turismos de la vía. También emplean determinados puntos elevados para situarse a controlar.

“Muchas veces incluso vamos con un vehículo oficial, con el rótulo y la iluminación de la Guardia Civil y los conductores van tan abstraídos con los dispositivo móviles que ni siquiera se percatan de nuestra presencia. Eso da cuenta de lo peligroso que puede resultar discurrir por la vía, a gran velocidad, leyendo el móvil”, señala Vázquez.

“Cualquier actividad realizada con un teléfono mientras se va al volante anula totalmente la atención a la calzada. No es solo una abstracción mental, es también la imposibilidad de manejar con agilidad los mandos del vehículo”, finaliza el sargento.

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