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El último voto de Jesús Vázquez

El ex regidor ourensano consumió su último pleno con un voto estéril y se despidió de la Cámara Alta en persona para renunciar a su escaño

Jesús Vázquez en el Auditorio Municipal, en la sesión extraordinaria del Concello. | // FERNANDO CASANOVA

El último pleno de Jesús Vázquez fue un déjà vu para él. Una situación de bloqueo que le hizo revivir su pasado como regidor de la ciudad. El pasado pleno ordinario se despidió de los ediles de la Corporación pensando que ya no volvería, pero ayer lo hizo para hacer su último servicio a Ourense con el voto favorable para un trámite fundamental, para el único proyecto que se ha debatido en el pleno en todo lo que llevamos de mandato. Y para eso, el voto fue estéril.

En su última intervención plenaria alegó que se dejasen los intereses partidistas de lado para trabajar por Ourense, pero se ve que las palabras se las lleva el viento y que Ourense sigue como la semana pasada y como hace 10 años. El segundo punto de la orden del día de la sesión extraordinaria era la aprobación de la renuncia del ex regidor como edil y justo antes de eso ya se fue. Salió corriendo y no por el bloqueo político que existe en la Corporación, lo hizo porque tenía que llegar para decir adiós al escaño en el Senado, que requiere la presencialidad del renunciante.

Ayer en Ourense el ex regidor abandonó el pleno, el Concello y también la política municipal activa, en un último voto que no sirvió para nada. Él vivió precisamente el no por el no de una oposición que se instalaba en el no hacer nada por Ourense. Sufrió los ataques y dardos del actual regidor ourensano y fue leal a su partido cuando Baltar pactó con Jácome. Ahora se marcha para centrarse en la universidad con una ciudad que ve como la política pierde su función constructiva. Porque al final, la culpa de que Ourense viva en 1986 es compartida.

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