El geriátrico de la Fundación Amancio Ortega genera disensiones políticas, sin embargo el PSOE de Ourense señala que “está garantizado independientemente de su localización, al tiempo que nos aclaran que la construcción de la residencia se va a llevar a cabo porque existe un compromiso en firme”.

Los socialistas piden a Jácome que deje de emplear “el juego político y el chantaje” con un proyecto que los socialistas desconocen completamente. Por ello, piden a la Xunta, en concreto a la delegación territorial en Ourense, que se reúna con ellos, el BNG y los díscolos de Democracia Ourensana para que les expliquen el proyecto.

Los socialistas señalan que “nosotros preguntamos en la junta de área respeto al proyecto de la residencia y comprobamos como la propia concelleira Flora Moure carece de información, por lo que contactamos con la Fundación y también solicitamos una reunión con el delegado territorial para que nos explique el proyecto”.

Los vecinos pidieron unos compromisos en la parcela de la antigua estación de autobuses que no saben si se cumplirán, por ello desde la Asociación de Santa Ana de O Pino y la Asociación de As Termas tendrán una reunión con la concelleira de Urbanismo, Sonia Ogando, el próximo lunes por la mañana. Ese mismo día según pudo saber FARO harán una asamblea para poner todas las cartas sobre la mesa a los vecinos y estudiar las conclusiones para posteriormente hacérselas llegar a los partidos políticos.

Los tiempos son justos ya que el próximo martes se celebrará un pleno extraordinario donde se lleva a votación, de nuevo, el uso de la parcela de la antigua estación de autobuses para que se empiece a hacer un proyecto que se inició torcido por la falta de información por parte del gobierno bipartito con la oposición, ya que DO y PP no tienen mayoría en el pleno.

Socialistas, nacionalistas y díscolos entienden que puede haber una reversión de los terrenos por parte de los propietarios y que en el proyecto “no está todo claro” ya que defienden que “algunos de los compromisos de los vecinos y vecinas de la zona no están comprometidos”. Queda poco tiempo y las reuniones se suceden para intentar llegar a un consenso y no perder los 12 millones de euros que supone la inversión.