Cada año se celebra, el segundo sábado del mes de septiembre, el Día Internacional de los Primeros Auxilios. Y cada año, desde hace más de 40, Cruz Roja de Ourense ofrece a todos lo que quieren capacitarse para salvar vidas, ante situaciones de emergencia, formación oficial con varios cursos al año. El próximo sábado comienza uno de ellos dirigido a un público mayor de 16 años.

“Los alumnos adquieren conocimientos que van desde la reanimación cardiopulmonar, el tratamiento de shocks o hemorragias y contusiones hasta movilizaciones y evacuaciones. También incluimos una pequeña parte de accidentes domésticos. Es el curso más amplio de los que impartimos”, explica José Antonio Fontelo, director de formación.

“Resulta muy gratificante cuando alguien se anima a hacer el curso"

Durante el resto del año también se convocan plazas para aprender cómo abordar situaciones de riesgo para la vida de las personas con cursos dirigidos a madres y padres primerizos o personal que trabaja con niños pequeños (primeros auxilios para bebés), a personas que trabajan en centros deportivos o monitores de tiempo libre (primeros auxilios en la naturaleza) o el manejo de desfibriladores (para ampliar los conocimientos de la reanimación) entre otros.

La formación se llevará a cabo durante 5 sábados consecutivos –empezando el próximo día 18– para adaptarse lo máximo posible a aquellas personas que trabajan pero quieren ampliar su formación. “Aunque son 8 horas de clase, y se hace muy intenso durante esos días, la gente lo valora positivamente porque pueden asistir, algo fundamental en una formación mayoritariamente práctica”, cuenta.

Para hacerse con una de las plazas basta con dirigirse en persona o por teléfono a las oficinas de la entidad o entrar en la página web y buscar en el apartado de formación, para realizar la tramitación y el pago. “Durante el año pasado llevamos a cabo tres de estos cursos y en alguno tuvimos que implantar metodología semipresencial, por cambiar los aforos, pero se desarrollo sin ningún problema”, afirma.

“Resulta muy gratificante cuando alguien se anima a hacer el curso porque vio a una persona salvándole la vida a otra y le cuenta que fue gracias a lo que aprendió aquí. Al final todos podemos salvar vidas si lo necesitamos porque son conocimientos muy básicos”, finaliza Fontelo.