En el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre do Rodicio, en el municipio de Maceda, fueron atendidos unos 300 animales durante el año 2020. En su mayoría, los ejemplares que recibieron ayuda fueron aves –por las instalaciones pasaron más de 220–, aunque también estuvieron ingresados 52 mamíferos y una decena de reptiles. 

El objetivo de estas instalaciones es fomentar la conservación y la recuperación de las especies cuando requieren una atención y un seguimiento profesional, en cautividad, hasta su recuperación cuando son devueltas a la naturaleza. La principal causa de ingreso de los animales son los traumatismos, y la principal especie que ingresa son los miñatos, las águilas ratoneras.

El procedimiento que se hace con los animales heridos comienza con la activación del protocolo de recogida por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, que lleva el animal hasta el centro, donde los veterinarios valoran la causa del ingreso, hacen el diagnóstico y deciden el tratamiento a seguir, incluyendo en algunas ocasiones la cirugía reparadora. Una vez que el animal recibe el alta médica pasa a la fase de rehabilitación hasta que consigue valerse por sí mismo.

Hasta el centro se desplazó el delegado territorial de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, para poner en valor el trabajo que “desarrollan actuando como un hospital para la fauna autóctona”. El de O Rodicio es uno de los cuatro centros de recuperación de toda Galicia junto con el de Oleiros, en A Coruña, el de Veral, en Lugo, y el de Carballedo en Cerdedo-Cotobade.