Se enfrentaba a una petición inicial de condena de 4 años de prisión pero se mostró conforme con una pena rebajada tras reconocer la autoría de robos con fuerza en dos viviendas de Oímbra, entre febrero y marzo de 2018 –a una en dos ocasiones–, en las que se llevó de todo: chorizos, pulpo, salchichones, costilla, cabrito, alcohol, potitos, prismáticos, radios, herramientas, ropa de vestir y del hogar, gasolina...