El primer sábado de fiesta en la capital de Ourense dejó una imagen que describen hosteleros y cuerpos y fuerzas de seguridad: “Había una gran cantidad de gente”. La desescalada y la primera gran noche del ocio nocturno no tuvo graves ni grandes incidencias, excepto una pelea entre varios jóvenes en una de las calles del casco histórico. En concreto, testigos presenciales afirman que “fueron varios hombres los que empezaron a empujarse y pelearse. Se tiraron vasos y taburetes y uno de ellos, cogió un taburete y le dio en la cabeza a otro. Estaba sangrando”. Una pelea multitudinaria que dejó destrozos materiales en algunos de los locales de la calle y que dejó una imagen deplorable de civismo y responsabilidad.

El parte nocturno de las fuerzas y cuerpos de seguridad no recoge dicha reyerta, que tuvo lugar sobre las 00.00 horas, pero si recoge otras incidencias como una queja por un botellón en la Plaza Rafael Dieste, otra en la calle Cabeza de Manzaneda sobre las 3.20 horas y otra media hora después sobre otra concentración de jóvenes en la Calle San Francisco, siendo disuadidas todas ellas por los efectivos policiales.

Las patrullas policiales volvieron a acudir a un bazar chino que vendía bebidas fuera del horario señalado y estuvieron atentos a que los locales no dejaran sacar bebidas al exterior “dejando solamente sacar bebidas a los camareros que trabajan en el local, en caso de tener veladores autorizados”.

Se realizaron 17 actas por consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública y una incautación de arma blanca. Además un total de 18 personas fueron identificadas, en una noche donde la vigilancia y el control fue agradecida por los vecinos y vecinas para evitar concentraciones en las plazas con el fin de erradicar el botellón y conjugar ocio y descanso.