Tras comparecer ayer ante la magistrada y acogerse a su derecho a no declarar, Julio G. S., el novio de Nerea Añel investigado por su muerte violenta en enero de 2020, fue trasladado de regreso al centro penitenciario de Pereiro de Aguiar. La jueza Eva Armesto, titular de Instrucción 3, la sede contra la violencia machista, ha dictado su libertad provisional por estos hechos. Pero eso no implica que quede en la calle. 

El hombre está actualmente cumpliendo condena en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar por otra causa, relacionada con delitos contra el patrimonio. Con poco más de treinta años acumula cerca de cuarenta detenciones y problemas legales desde la adolescencia.

La investigación, que ha llevado la Policía Judicial de la comisaría con las unidades UDEV y UFAM de la mano, considera que está incriminado en la desaparición y muerte de la ourensana de 26 años, hechos que se datan el 15 de enero de 2020. No declaró en comisaría ni en el juzgado, pero en la reconstrucción practicada el lunes en el entorno del motel donde estuvo la pareja, Julio G. S. dijo que salieron juntos pero se separaron poco después, cuando vio aproximarse una patrulla de la Guardia Civil y temió que fueran detenidos por el robo de una cartera a un taxista. Según su versión, tras arrojarse a la cuneta para no ser descubierto, vio después cómo Nerea desandaba sus pasos de regreso hacia el motel. Sus restos óseos fueron localizados el 13 de septiembre de 2020 en un pueblo abandonado, a medio kilómetro del alojamiento. Se cree que un riachuelo que en el momento de la muerte aún tenía caudal suficiente pudo ocultar el cadáver hasta que se secó.

El TSXG informaba ayer de que todavía está por determinar si el presunto homicidio fue imprudente o con dolo, es decir, involuntario. Con independencia de la resolucíon técnica sobre su situación personal en esta causa, Julio G. S. sigue investigado por el crimen y no saldrá de prisión, al menos por el momento.