El subdelegado del Gobierno en Ourense, Emilio González, presidió ayer una reunión de coordinación con las diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad de la provincia para hacer seguimiento de los dispositivos de seguridad vinculados a la actual situación sanitaria.
En el encuentro participaron mandos de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, de la Policía Autonómica y de la Policía Local de Ourense, que hicieron balance de las actuaciones llevadas a cabo durante los últimos catorce días para garantizar el cumplimiento de las medidas dictadas por la Xunta y coincidiendo con el levantamiento del estado de alarma y la relajación de determinadas restricciones como la movilidad entre comunidades y el toque de queda.
En total, del 10 al 23 de mayo, la Guardia Civil y la Policía Nacional realizaron 520 controles y 265 inspecciones en establecimientos de hostelería. En los dispositivos, los agentes identificaron a 1.453 personas, controlaron 1.040 vehículos y finalmente elevaron 185 propuestas de sanción.
El subdelegado del Gobierno señaló que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil continuarán desarrollando tareas de vigilancia e información de acuerdo con las medidas publicadas en el Diario Oficial de Galicia y de aquellas que valide el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Nivel máximo
En concreto, explicaron, la prioridad será la vigilancia de las zonas con mayor incidente del COVID-19, las situadas en el nivel máximo de riesgo, en el que actualmente se encuentra el municipio de Lobios. Además, se prestará especial atención durante los fines de semana al cumplimiento de las medidas relativas a los horarios y a las reuniones.
Responsabilidad individual
Emilio González destacó el trabajo y la coordinación de las fuerzas y cuerpos de seguridad para asegurar el cumplimiento de las medidas sanitarias, además de garantizar la seguridad ciudadana, y apeló a la responsabilidad individual de la ciudadanía para no retroceder en la situación actual.
