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“Estamos quemados”, alerta el movimiento vecinal ante “el desgobierno del Concello”

Miembros de la directiva de la Agrupación Miño, ayer. | // FDV

La Agrupación de Asociaciones de Vecinos “Miño” compareció ayer públicamente para dar a conocer los acuerdos de una reciente asamblea vecinal en la que, tras analizar el contexto político local, se declararon “quemados “ y “ahogados” no ya como movimiento vecinal sino como vecinos y vecinas, “ante el desgobierno que vive Concello” .

Esta situación, afirman, afecta “a todos los ámbitos”: el PXOM, los servicios públicos en precario, zonas verdes abandonadas... Una crisis, señalan, que ha tocado fondo al fracasar estos días el pacto PSOE-PP, tras exigir como condición los populares que dimita como edil el portavoz socialista y candidato, Rafa Villarino.

La presidenta de la Agrupación de AAVV Miño, Lorinda Fernández, compareció acompañada por otros tres miembros de la directiva de Miño, José Manuel Casares, Rafael Mosquera y Manuel Solveira, para relatar todos los daños colaterales de tener un “microgobierno” de 3 concejales, presidido por Gonzalo Pérez Jácome, en el Ayuntamiento.

Una ciudad “paralizada”

Destacaron así las obras del plan de inversiones y del Plan + Rural que están paralizadas, pese a ser compromisos pactados con las asociaciones para los barrios. También denunciaron “la paralización de la ciudad, con un PXOM que continúa sin aprobar y sin previsión de nuevos presupuestos”.

Las concesiones de los servicios municipales funcionan “en precario, lo que afecta en el día a día de la ciudad, como ocurre por ejemplo con el transporte urbano, cuyos buses siguen sin renovar y las líneas sin actualizar”, indicaron.

Termas abandonadas

Otra de las carencias derivadas de un gobierno en minoría son el mantenimiento de las zonas verdes de ocio, así como “la calamitosa situación de los espacios termales públicos de la ciudad, en situación de total desatención”, señalaron.

Denunciaron también, los retrasos en la solución a los contenedores soterrados, las ayudas municipales a entidades, que han sido retrasadas o retiradas paulatinamente como ocurrió , indican con las ayudas para colectivos juveniles, equipamiento de locales , o las ayudas a asociaciones en materia de igualdad y lucha contra la violencia de género.

Otra de las carencias, según denunció ayer Miño, es “el desmantelamiento de la Concejalía de Participación, no se convocan consellos municipales ni se cumple con la obligación de poner en marcha el Consello Social de la ciudad y los consellos de distrito.

Esta agrupación de asociaciones de vecinos del rural va a pedir intervenir en el próximo pleno para dar a conocer su quejas y para dar respuesta también a la propuesta de “autogestión” de recursos económicos que le hizo el alcalde, y con la que creen que lo que pretendía es desligar el movimiento vecinal del Concello.

No a la autogestión de AA VV

Así, acordaron en asamblea rechazar la propuesta realizada por el alcalde de cambiar para el año 2022 el sistema de ayudas a asociaciones vecinales, pasando del sistema actual de subvenciones competitivas al de colaboración.

Según este modelo, las asociaciones vecinales “se ocuparían de contratar y pagar el alquiler de los locales, contratar monitores para cursos y la justificación sería por sistema contable, con lo que habría que preparar a algún directivo para asumir el control o pagarle a una gestoría”, indican.

Por otro lado, con este sistema “el Concello solo financiaría el 75% del coste total y el 25% restante tendría que asumirlo la propia asociación. Al pasar de subvención a convenio, en caso de no tener el Concello aprobado a tiempo, como ocurre hace 10 años, “habría que esperar a tener la cuenta general del Ayuntamiento aprobada” con lo cual el proceso de pago podría rematar en septiembre y “¿con qué dinero se pagarían los alquileres, luz, agua y otros gastos hasta que el Concello ingrese el dinero?”, se preguntan. Con todo esto rechazaron la propuesta y quieren defender en un pleno “un sistema de subvenciones justo, suficiente, rápido y eficaz, que ponga en valor el trabajo voluntario que realiza el movimiento vecinal en Ourense”.

¿Candidatura vecinal?

“Jácome nos tiene algo de inquina”, reconocía ayer la presidenta de Miño, en relación al movimiento vecinal, y de hecho creen que “lo que le gustaría es que desaparezcan” señaló la directiva, “pese al importante papel que jugaron las asociaciones vecinales los últimos años en los barrios y en el perímetro rural, como espacios de reunión, convivencia y reivindicación”. El hartazgo ayer era generalizado con la clase política, por no pactar un gobierno de mayoría, pese a celebrar un pleno “en el que 24 de los 27 ediles votaron a favor de un cambio de gobierno en el Concello de Ourense”. Criticaron que el PP exija ahora la dimisión como edil del socialista Rafa Villarino, “pese a ser elegido democráticamente en las urnas”. Un hartazgo que ha movido incluso a miembros de Miño, no a la agrupación como tal “a hablar ya hace años de una candidatura vecinal, pues esto arranca ya del anterior Gobierno local y es algo que no descartamos”, indicaba José Manuel Casares, una idea de la que se desvinculó expresamente Miño como agrupación y su presidenta, pero que otros miembros de la directiva no descartan ante la “inacción” de los políticos.

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