El año de la pandemia aumentó las agresiones a médicos en Ourense aunque este dato debe analizarse con cautela, puntualiza José Manuel Bendaña Jácome, secretario del Colegio de Médicos de Ourense y miembro del Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial.

Las denuncias que llegan a los colegios de médicos son solo la punta del iceberg y lo que aumenta objetivamente son las comunicaciones. La realidad de lo que ocurre en las consultas no está reflejada en ninguna estadística porque, afirma Bendaña, “la mayoría de las agresiones verbales, las amenazas o la coacción no llega, muchos sanitarios se lo echan a la espalda y pasan página, sienten que forma parte de su trabajo pero no es, ni debe ser así”, recalca.

Afirma que este tipo de episodios, que también se manifiestan en forma de violencia física, se producen casi todos los días, pero el Colegio de Médicos de Ourense solo registró 7 el pasado año, dos de ellas con parte de lesiones. Muy pocas pero el doble que en 2019, cuando se comunicaron 3. El 57% eran profesionales menores de 35 años y el resto no superaba los 55. Los supuestos agresores eran, en la mayoría de los casos, pacientes sin cita programada. El 57% de los episodios se registraron en los servicios de urgencias hospitalarias, el 30% en Atención Primaria y un 14 en el hospital. Las amenazas (44%) y los insultos (33%) son las agresiones más comunes, pero también hay ataques físicos (23%). Las mujeres sufren más este tipo de episodios que tienen que ver mayoritariamente con discrepancias personales, seguidas de la disconformidad con la atención y el tiempo de espera. En el 14% de los casos el hecho derivó en baja laboral, y el 71% de los profesionales agredidos declaró no haber recibido apoyo o asesoramiento por parte de su centro de trabajo.

Bendaña destaca que este año de pandemia han aumentado las agresiones verbales telefónicas e incluso se han recibido amenazas graves por correo electrónico. “Esto hay que verlo como una lacra social que no solo afecta al profesional, sino que repercute en la calidad asistencial y degrada la convivencia”, señala.

Las denuncias que llegan al colegio se tramitan por la vía judicial y la organización médica se persona siempre como acusación particular. Bendaña, que será ponente en el curso “Agresiones a profesionales sanitarios. Fundamentos de prevención, protección y respuesta” que desarrollan el Observatorio Nacional contra las Agresiones de la OMC y la Policía Nacional pide “tolerancia cero”.