Carla y Gemma en A Veiga, con las vacunas. | // FDV

La tercera ola ya está aquí. La Xunta determinó ayer que en el día de hoy Ourense y Barbadás amanecieran cerrados perimetralmente por la evolución epidemiológica del coronavirus tras unas Navidades marcadas por las reuniones familiares tras la apertura de las limitaciones durante los días clave. En concreto la capital y su municipio vecino se unen a los cierres decretados en Xinzo y la comarca de Verín en plenas Navidades y además solo estarán vigentes las reuniones de cuatro personas sean o no convivientes.

La hostelería también amanece tocada después de estas restricciones ya que les afecta directamente con unas limitaciones que les prohiben juntar a más de cuatro personas por mesa, reducir el horario de apertura hasta las 18.00 horas con un aforo de 30% en el interior de los locales y un 50% en el exterior con la prohibición de consumir en la barra. Además de todo eso, los ourensanos y los vecinos de Barbadás solamente se podrán mover por la almendra decretada por las autoridades sanitarias sin salir de los límites de los concellos, excepto por trabajo, motivos sanitarios o por cuestiones educativas.

Las autoridades decreten un nuevo confinamiento perimetral en la capital por el aumento de casos diarios con un nuevo índice diario de detección que no se daba desde el mes de noviembre en el pico de la segunda ola. Con la tercera ya haciendo estragos en el sector productivo de la ciudad, las autoridades de la Consellería de Sanidad con el conselleiro Julio García Comesaña mandaron un mensaje de autoconfinamiento y no salir de casa, excepto para la estrictamente necesario. Una recomendación que, a pesar de los pocos casos que tienen la capital en comparación con Santiago o A Coruña, invita a pensar que lo peor está por llegar y que quedan días de evolución positiva de los datos de coronavirus. La directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, compareció en rueda de prensa junto con el gerente de Servicio Gallegos de Salud, José Flores Arias, para mostrar su preocupación por la evolución de Ourense ya que pasa de una tasa de incidencia acumulada de 140 a 217 con los casos activos subiendo en la provincia y en la capital.

El sur de la provincia, Xinzo y Verín se mantienen con las mismas restricciones de cierre perimetral y medidas medio altas y altas, así como la continuidad de las limitaciones implantadas en A Rúa.

La resaca navideña ya se siente en la provincia que se cierre con datos que, si bien no son malos, tampoco son buenos en comparación con otras capitales gallegas. En Ourense capital hay 233 casos, 19 más que anteayer, pero la tendencia aconseja que más vale prevenir que curar.

Ayer el comité de expertos decidió tomar esta decisión ante una tercera ola que puede poner en jaque el programa de vacunación en las residencias si hay más rebrotes.

Un pico

La provincia registró un aumento de casos activos de 54 nuevos contagios y con un incremento de ingresos solamente en el hospital verinense con 5, uno más que anteayer. Las hospitalizaciones se mantienen con respecto a los datos del día anterior y las altas se contabilizaron en 47.

La apertura en Navidad se cobra la primera víctima, Ourense y Barbadás, aunque si bien el regidor ourensano, Pérez Jácome, criticó que no se le hubiera comunicado esta decisión, ni recibió explicaciones por parte de la administración autonómica.

“Es el entierro de más bares”

“Es el entierro anticipado de muchos establecimientos”, resumió el presidente de la Federación de Hostelería de Ourense, Ovidio Fernández, que añadió que “la administración tiene que tener un cuenta esta situación, pero quizás fuera mejor que la libertad social no fuera tan grande”. Las asociaciones y grupos de hostelería tampoco se tomaron nada bien estas restricciones y criticaron la decisión ya que devuelve a la ciudad a los tiempos de octubre y noviembre, cuando estuvo cerrada dos meses por la bomba vírica que estalló en la capital y se dispersó por los municipios”.

Preocupación en los geriátricos por la tercera ola

En los centros de personas mayores y con discapacidad solo se permitirán visitas de una persona por usuario a la semana. Esa es la medida de la Xunta para evitar rebrotes en el programa de vacunación vigente y que tuvo buena aceptación entre las directivas de los geriátricos, para blindar a las personas mayores, pero también a sus trabajadores. Aunque temen que la tercera ola se cobre más víctimas por la entrada del virus en los centros. “Si hay más contagios en la sociedad, el virus acaba entrando, aunque se cumplan todos los protocolos, lo estamos viviendo cada vez que existe una ola o un rebrote grande en algún municipio”, dicen fuentes de una residencia de la Fundación San Rosendo.

Llamada estafa de vacunación en Xinzo de Limia

La alcaldesa de Xinzo de Limia, Elvira Lama, informó a sus vecinos por un comunicado en redes sociales por el que denegasen cualquier llamada a particulares sobre vacunación en casas o viviendas. Llamó a la comunidad de la comarca a denunciar esas llamadas a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para que no pique nadie en la estafa.

Ni la nieve detiene la vacunación contra el virus

Carla y Gemma emprendieron el viaje hasta A Veiga y la zona de Viana do Bolo con la esperanza de repartir alegría entre los mayores de la zona que iban a vacunar contra el coronavirus. Llegaron a A Veiga y los termómetros estaban más fríos que la conservación de la vacuna de Pfizer. Tuvieron un instante para hacerse una fotografía y, con toda la disposición, para acabar con la pandemia. Fuentes sanitarias explican que “se bajaron del taxi y las recibieron con aplausos nada más entrar. No hubo calor en el tiempo, pero hubo un calor humano grande”. La borrasca Filomena deja las temperaturas más frías en años y ni la nieve ni el frío pararon el escuadrón sanitario repartido por la provincia para vacunar la primera dosis contra el virus. Llegaron, vacunaron y se marcharon rápido para seguir la programación. Dispuestas, rápidas y sin incidencias para parar el COVID-19.