La curva de contagios bajó ayer de los 500 casos activos en la provincia de Ourense, y se sitúa en 473, una cifra similar a la que se registraba en los primeros días de septiembre.

La evolución favorable se extiende a toda la provincia y especialmente a la capital de As Burgas, con 127 infecciones activas, y que espera por ello que el comité clínico decida en su reunión de mañana suavizar las restricciones.

La hospitalización también bajó levemente, con dos ingresos menos. Son 62 los pacientes ingresados, 54 en planta y 8 en la UCI. Pese a la mejoría, el goteo de muertes no se frena y tras tres jornadas sin registrar ningún fallecimiento, el Sergas notificó este domingo la muerte de un paciente con COVID-19 en el CHUO. Se trata de un hombre de 77 años de edad que presentaba patologías previas. Con este deceso la cifra de vícitmas de la pandemia se eleva a 291.