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El campus suma una decena de aportaciones científicas a la batalla contra el coronavirus

De Aeroespacial surgen los drones para desinfección de superficies menos accesibles, un sistema de sensores que alerta de la posible presencia de aerosoles y varios proyectos de predicción en base a modelos matemáticos

Higinio González y Humberto Michinel, investigadores de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica. | // BRAIS LORENZO

Desde el inicio de la pandemia, el pasado mes de marzo, la ciencia se ha convertido en una de las principales herramientas en la lucha contra el COVID-19 y la universidad un escenario fundamental de investigación. También el campus de Ourense ha puesto su granito de arena en la carrera por conocer más de este virus y descifrar fórmulas para reducir su impacto tanto en el ámbito sanitario como en el económico y social.

Una decena de aportaciones realizadas por el personal docente e investigador ourensano abordan desde el diseño de sistemas de prevención del contagio, desinfección con drones o la predicción de la expansión del virus a partir de modelos matemáticos, al análisis del efecto de la pandemia y el confinamiento en la educación y los jóvenes, su impacto en los sectores económicos o los aspectos jurídicos relacionados con la legislación de urgencia para la conservación del empleo.

La Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio es uno de los centros más activos en investigación Covid. El profesor de matemáticas Iván Area participa en varios proyectos de predicción y forma parte del grupo que adelantó al inicio de la pandemia como sería la expansión del virus en Galicia. Con Juan José Nieto, de la Universidad de Santiago, y los investigadores del Sergas Xurxo Hervada y María Jesús Purriños diseñó un método que permite determinar con antelación la necesidad de camas en las unidades de críticos de los hospitales. El trabajo se publicó recientemente en la revista Alexandria Engineering Journal.

Area forma parte también del proyecto Predico, que tiene por objetivo predecir la expansión e incidencia de la pandemia, en el que participan investigadores de las universidades de Vigo, Santiago y Aveiro (Portugal) y del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC), bajo la coordinación del catedrático de la USC Jorge Mira.

Y participa, además, en un tercer proyecto liderado por Cristiana Silva, de la Universidad de Aveiro que permitirá prever, a corto y medio plazo, los recursos necesarios para luchar contra el COVID-19. El profesor avanza que “pronto se conocerán los resultados” y que serán relevantes. Destaca la colaboración de diferentes universidades en esta batalla contra el virus que tiene que ser colectiva: “Esto no es un trabajo individual, tiene que ser para toda la sociedad”.

El subdirector de la Escuela de Aeronáutica y coordinador del máster en Sistemas Aéreos no Tripulados, Higinio González, dirige el diseño de un sistema de desinfección con drones financiado con 55.000 euros por la Axencia Galega de Innovación de la Xunta. El equipo se completa con el también profesor de Aeroespacial, Fermín Navarro, y Joaquín Martínez, de la Escuela de Ingeniería de Minas; además del personal investigador Luis Miguel González, Noelia Fariñas, Lorena Docasar y Alejandro Gómez.

El proyecto arrancó en junio y se encuentra en la fase final de redacción de las memorias de justificación y resultados. Higinio González explica que para desarrollar este sistema se ha adaptado una tecnología que ya se utiliza en la agricultura para la dispersión de líquidos fitosanitarios pero que todavía no está muy extendida en Galicia. “El dron es útil para zonas de difícil acceso y a futuro me gustaría trabajar con las denominaciones de origen vitivinícolas”, apunta. “Lo que hicimos -añade-, es transferir esa tecnología al ámbito de la limpieza de superficies” cargando el dron con un desinfectante como el que ya se utiliza en edificios públicos y a nivel doméstico. “De lo que se trata es de garantizar que el desinfectante cubra toda la superficie y nos pareció que podía ser interesante para aquellas zonas en las que no se puede hacer una desinfección mecánica tipo baldeo y en las que a los operadores humanos les cuesta andar”. Los drones del proyecto ya ha realizado vuelos en gradas de pabellones, parques y zonas recreativas.

En el mismo centro, el catedrático y director de la escuela, Humberto Michinel, dirige el grupo de Ingeniería Física que puso en marcha una página web en la que se puede consultar la predicción a dos días del contagio de COVID-19 tanto en Galicia con en el conjunto del Estado a partir de los datos del Ministerio de Sanidad.

Actualmente, este mismo grupo desarrolla un sistema de monitorización de la ventilación para el centro basado en sensores de CO2, de manera que cualquier usuario, alumno o profesor, podrá conocer el estado de la ventilación y la calidad del aire de las instalaciones de la escuela en tiempo real en su dispositivo móvil.

El proyecto, que espera estar listo en diciembre, toma como punto de partida un trabajo anterior publicado en una revista científica en el que, explica Michinel, “usábamos una red de sensores para estimar la capacidad de un edificio de ser eficiente energéticamente manteniendo el confort”. Uno de los aspectos que se analizan para determinar dicho confort es la calidad del aire y ahí este grupo ya tenía experiencia en la medición mediante sensores de la temperatura, humedad y concentración de CO2.

“Dado que se asume que el virus se propaga por aerosoles, es necesario ventilar”, explica Michinel, y lo que aporta este proyecto es la posibilidad de establecer con precisión pautas correctas de ventilación “sin tener las ventanas abiertas de manera innecesaria”.

Los investigadores han tomado como referencia artículos que relacionan la cantidad de CO2 con la probabilidad de tener coronavirus en el aire y, apunta Michinel, “hay modelos que, partiendo de esto, usan ecuaciones matemáticas para determinar el riesgo de contagio en una estancia”. Lo que ha hecho el grupo de Ingeniería Física del campus es implementar un sistema similar al que ya habían desarrollado en aulas, laboratorios y algún despacho para ventilar el tiempo justo para evitar un posible contagio y perder el mínimo confort.

Desmontando ‘fake news’

El trabajo científico con sede en el campus de Ourense también ha servido para desmontar informaciones falsas que surgieron durante la pandemia. Una de ellas, los supuestos beneficios del cannabis en el tratamiento de la enfermedad. El profesor de la Facultad de Educación y Trabajo Social, Manuel Isorna, colaboró en el artículo realizado por el Grupo Ibero Ciência, que demostró la ausencia de evidencias científicas detrás de esta ‘fake new’. “No hay ninguna justificación científica para el uso del cannabis en ninguno de los síntomas o complicaciones producidos por el virus SARS-CoV-2, ni mucho menos para su prevención”, concluye el estudio. El trabajo, título “Cannabis terapéutico y COVID-19: entre el oportunismo y la infoxicación”, fue publicado en la revista Adicciones, una de las más prestigiosas a nivel nacional e internacional en este campo. El grupo realizó una revisión bibliográfica de los todos los estudios publicados en la materia, y concluyó que la única evidencia científica es la contraria: No es recomendable fumar ningún tipo de substancia y mucho menos cannabis. De hecho, afirma el estudio, los fumadores de esta sustancia tienen más riesgo porque el cannabis debilita el pulmón.

Desigualdad escolar en confinamiento

La Revista Internacional de Educación para la Justicia Social publicó el artículo científico realizado por los profesores de la Facultad de Educación e Traballo Social Deibe Fernández-Simo, Xosé Manuel Cid Fernández y María Victoria Carrera Fernández sobre la incidencia del estado de alarma en la desigualdad escolar de la adolescencia acogida por el sistema de protección en Galicia Los investigadores realizaron seguimiento a 11 adolescentes y contaron con la colaboración 14 educadores. Los resultados del estudio, detalla el artículo de 16 páginas, “ponen de relieve que las dinámicas de desigualdad escolar se ven incrementadas durante el estado de alarma, observándose que el contacto entre alumnado y profesorado se reduce derivando en déficits en el trabajo de las tareas escolares”. La colaboración entre figuras profesionales del sistema de protección y la escuela “se limita a intercambios puntuales de información”. Concluyen que “la escuela y las políticas educativas en Galicia desatienden la situación de mayor dificultad social en la que se encuentra el alumnado en protección”.

Las medidas laborales excepcionales

En la Facultad de Derecho, y a través de distintos Webinar, los grupos de investigación de este centro y de Ciencias Xurídicas e do Traballo del campus de Vigo han estudiado algunas de las diversas medidas adoptadas para hacer frente a la situación generada por el COVID-19. La decana, Marta Fernández, explica que su grupo, especializado en derecho mercantil y del trabajo, centró estos análisis en el amplio conjunto de previsiones laborales excepcionales adoptadas a través de la legislación de urgencia con la finalidad de tratar de garantizar el mantenimiento del empleo y la tutela frente al despido. “Medidas que tratan de atender las situaciones complejas de reducción de actividad, especialmente agravadas en algunos sectores, en relación con la reorganización de la actividad productiva y del personal afectado”, apunta. También se ha valorado, añade, “la eficacia y eficiencia de las medidas y la posibilidad de que, con la crisis económica, una parte importante de los ERTE deriven en ERE y reestructuración de empresas o situaciones de empresas en concurso”.

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