–¿Comparte ese decreto de cese como vicepresidente segundo de la Diputación?

–El informe del secretario es ajustado a derecho y lo respeto como jurista. Es un cese provisional, hasta que se resuelvan las carteleras, pues los expulsados de DO tenemos en marcha un proceso judicial para pedir la suspensión cautelar de la asamblea en la que se nos expulsó del grupo. Fue un paripé. En breve será el juicio y si el auto suspende esos acuerdos que nos declaran tránsfugas, tendremos que volver a todos nuestros cargos en Concello y Diputación.

–¿Entonces Jácome ha ganado esa partida?

–Nosotros ahora vamos a pedir que, en base a ese informe del secretario de la Diputación, el secretario del pleno del Concello elabore también su propio informe. Si un edil no adscrito no puede asumir nuevos cargos, habrá que saber si Telmo Ucha (el concejal número 3 de gobierno de Jácome) debe ser cesado también de todas su competencias al ser edil no adscrito del gobierno local.

–La suspensión de cargos supuso suspensión de sueldos. ¿Es difícil de sobrellevar?

–-En mi caso vivo de mi despacho de abogado, como hace 33 años. Cuando asumí la vicepresidencia decidí renunciar a la asignación económica. Hablé antes con el presidente Baltar y le dije que así sería hasta que se emitiera una sentencia. Los cinco concejales intentamos actuar del modo más ético. Teníamos nuestros sueldos, dedicaciones aseguradas. Podíamos seguir y mirar hacia otro lado, pero decidimos denunciar unos hechos bochornosos.

–Cuando cursaron su denuncia contra Jácome en Fiscalía por supuesta malversación, ¿eran conscientes de la persecución que se les vendría encima?

–Todos los partidos estaban de acuerdo en que Jácome no podía seguir. Actuamos con buena conciencia. Pero lo que han hecho es matar al mensajero. Con el fin de atacar a Baltar me atacan a mí y a mis compañeros. Realmente en Ourense tenemos lo que merecemos. Ahora entiendo por qué está así esta ciudad. No hay clase política capaz y me incluyo.

–¿Se siente entonces utilizado en una guerra para suceder a Baltar en la Diputación?

–Es que nuestro error fue no dimitir tras la denuncia contra el alcalde. Eso es lo que queríamos hacer. Pero nos pidieron (PP, PSOE y el resto) que no nos fuéramos . “Si os vais, Jácome va a nombrar a otros ediles que lo apoyarán”, nos dijeron. Y resulta que luego fueron incapaces de llegar a un acuerdo de moción, y lo que hacen es insultar a díscolos. No quieren arreglar el Concello pero sí la Diputación.

–¿Se refiere usted al PSOE?

–Claro, a ciertos sectores del PSOE, una parte me apoya en privado. Es que esa visión personal de ocupar los sillones es lo que anteponen ante el verdadero problema, que es una ciudad que no puede seguir así. Muchas de las obras que se están presentando en el Concello las dejé ya preparadas. Pero el resto está parado pero el resto está parado: desde contratos de buses, del agua, plan de movilidad.

–Ahora también están en lid ustedes con su exsocios del PP tras negarle apoyo en el pleno municipal a la aprobación de las dedicaciones exclusivas de los concejales populares.

–-Están algo enfadados, sí, pero eso nos dolió. Al ver que no había acuerdo para una moción de censura con el PSOE dijeron, “pues vamos arreglar nuestros sueldos”. Con lo que estamos aguantando los “díscolos”, como nos llaman, que ahora no sean capaces de negociar una moción ni el PXOM y vayan al pleno a negociar sus retribuciones para cobrar, sin resolver el problema de los ciudadanos de Ourense, es algo por lo que no pasamos. Seremos tránsfugas o como quieran llamarnos para vapulearnos, pero tenemos sensibilidad.

–¿Por qué no dimiten ahora?

–Sería como huir. Si no me hubieran atacado de esa manera hoy estaba en casa y ahí os quedáis todos. No valéis para nada. Es incomprensible lo que hacen. Que no disparen al mensajero, pues realmente el problema de la ciudad es otro.

–Pero ustedes fueron en la lista electoral de Jácome.

–Fuimos en un proyecto independiente que creíamos que denunciaba las irregularidades, pero al final era el más oscuro de todos. Decidimos denunciar. Lo perdimos todo pero dimos la cara y ahora somos los parias.

–Pese al cese, ¿usted seguirá apoyando con su voto al PP de Baltar en la Diputación?

–El que lo apoye o no ya no depende de que sea vicepresidente segundo o no, de hecho ahora podría tener cierta libertad, sino de la relación con las personas. ¿Cómo voy a votar en contra de los presupuestos de un gobierno del que formábamos parte y al que aportábamos ideas? Además hay un discurso creado contra el baltarismo pero, sinceramente, el que se sienta enfrente (indica en relación a a las filas del PSOE de Villarino) creo que es infinitamente peor que lo que hay.