Los datos son “francamente buenos” en O Carballiño y Verín, y la evolución epidemiológica es, en general, positiva en la provincia pero no es todavía el momento de relajar las restricciones. Pese a que la ciudad de Ourense ha reducido en más de la mitad los casos activos el último mes (240 este miércoles), el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, afirmó ayer que “no está sobre la mesa” levantar limitaciones en la capital cerrada perimetralmente desde el pasado 8 de octubre. Es necesario rebajar todavía más la incidencia.

Lo que sí es posible es que se rebaje la presión restrictiva en O Carballiño, el primer municipio gallego en el que se aplicaron limitaciones más severas con el cierre de la hostelería, y modelo que se ha seguido en el resto de Galicia, con 68 concellos actualmente en la misma situación. En su pico máximo llegó a tener 188 casos y ayer se contabilizaban 27. La posibilidad de levantar restricciones ya fue abordada por el comité clínico este martes y mañana se volverá a valorar en el subcomité y “avanzaremos en esas medidas”, dijo. Ourense, añadió, “sería el siguiente”.

Tanto O Carballiño como Verín han obtenido una “mención especial” del comité, debido a su buena evolución.

La directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, ofreció datos más detallados y afirmó que, si bien Ourense “ha mejorado sustancialmente”, sigue en una tasa de incidencia acumulada a 14 días superior a los 200 casos por cada cien mil habitantes, que es el índice que marca el tipo de restricción. Por lo tanto, el comité clínico sigue vigilante en Ourense, con una observación “muy de cerca” de la situación en Xinzo que presenta tasas preocupantes, mientras Ribadavia y A Rúa mejoran. Sobre todo este último, que pasó de estar bajo la lupa del comité a registrar un único caso nuevo en los últimos tres días.

En esta línea, la jefa del servicio de Medicina Preventiva del CHUO, y miembro del comité, María Sande, puso el caso de Ourense como ejemplo: “Las medidas funcionan y el mensaje es de optimismo, pero también hay que decir que no hemos controlado la pandemia, el virus se va a quedar con nosotros por lo menos hasta que tengamos una vacuna efectiva en cantidades suficientes para que llegue a toda la población”, dijo, advirtiendo de la necesidad de seguir insistiendo con las medidas de prevención y la responsabilidad individual. “No podemos bajar la guardia”, reiteró el conselleiro Comesaña, que ve fundamental limitar las relaciones sociales para bajar la presión asistencial y resetear el sistema.

El área sanitaria de Ourense registró ayer 749 casos activos de Covid-19, 32 menos que la jornada anterior, resultado de sumar 33 nuevos contagios frente a 64 altas. Bajó ligeramente la hospitalización, con 78 pacientes en planta y 10 en UCI. El dato negativo lo aportan tres fallecimientos. En el CHUO murieron una mujer de 94 años y un hombre de 86 años y residente de Virxe da Clamadoira de Muíños. En el hospital de Verín falleció un hombre 66.

Ana Pontón pide “desconfinar” la atención sanitaria

La portavoz nacional, Ana Pontón, demandó ayer en Ourense un plan de intervención urgente con tres medidas concretas “que actúen de inmediato en materia de sanidad, sociedad y economía”, frente a “la parálisis del gobierno local y la falta de acción política de la Xunta”. En el ámbito sanitario, Pontón pide “ampliar la cartera de servicios del CHUO y “reforzar el personal” pero también puso el foco en “la necesidad de desconfinar” la atención sanitaria y poner fin a “la telemedicina”, lo que “impide que muchas personas enfermas no tengan acceso a sus médicos de atención primaria”. En el ámbito social advierte del incremento de la tasa de pobreza, tres puntos más alta que la que se registraba tras la crisis del 2008 y en materia económica ha incidido en la necesidad de ayudas para los sectores que están más afectados por las distintas restricciones, autónomos y pymes.