Ourense tiene el peor registro de muertes de la segunda ola de toda Galicia. La provincia más envejecida de España es la víctima preferida de una pandemia que gotea datos de fallecimientos en una segunda ola que se ha llevado a 135 personas, más de la mitad relacionadas con usuarios de geriátricos en la provincia. Precisamente, ayer dos octogenarios de Os Miragres fallecían e el geriátrico por culpa del Covid-19 y aumentaban más las cifras de finados.

El Sergas no ha parado de transmitir fallecidos con tan solo tres días sin registrar ningún fallecimiento desde finales de septiembre hasta la actualidad. Una cifra desgarradora que deja a una generación vulnerable contra un virus que les arrebata el último adiós y un último aliento para poder despedirse de sus familias, en la gran mayoría de los casos.

La generación de la guerra, del hambre de la posguerra, la que vivió el inicio de la democracia y la que poco a poco se adapta a unas nuevas tecnologías que son la única forma de contacto que tienen con sus familiares que levantan trincheras sociales para no ser un arma mortal. El área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco registra el peor registro de muertes y la segunda ola ya supera a la primera en número de fallecidos. 135 decesos en este otoño, por los 132 de la primavera pasada cuando la pandemia pilló desprevenidos a todos.

Octubre se convirtió en el mes más mortal de la pandemia en la provincia propiciado por “una bomba vírica” que se propagó en septiembre de forma extrema por una provincia que vio como más de 33 geriátricos y centros de discapacidad volvían a tener el virus dentro de las instalaciones.Una lucha incesante de trabajadores y usuarios que tuvo en la Residencia de Os Gozos el peor escenario con 150 contagios y 40 usuarios muertos, de los cuales 38 en el último mes. Tras los datos, nombres, historias y familias que sufren. Pero no solo el centro de Pereiro de Aguiar se vio afectado, sino que Val de Monterrei, La Saleta, Anxos de Ribadavia y, estas últimas semanas, Os Miragres tuvieron que comunicar muertos. Una tragedia real que esconden en los datos, la otra pandemia, la emocional.

El área sanitaria de Ourense es la que lidera el ránking de muertes por coronavirus en la segunda ola en la comunidad, pero son tres áreas de Galicia las que sufren más fallecimientos en la segunda ola que en la primera. A la ourensana, se le unen la de Lugo con ese brote en la residencia de O Incio y la de Pontevedra. La lucense registra 80 fallecimientos por los 29 de la primavera pasada y la pontevedresa 26 decesos por los 16 de la primera ola.

La letalidad baja en la provincia, pero la mortalidad se mantiene. El dato de la reducción de la letali-dad supone un refugio efímero en las estadísticas ya que se reduce por el gran número de casos detectados (en su mayoría grupos de edad de 25 a 55), pero también por el incremento de cribados masivos por parte del Sergas que engordan la cifra de contagios asintomáticos que reducen los datos de la letalidad.

Ayer la provincia volvió a experimentar un descenso de los casos activos que se estabiliza a la baja pero no logra frenar de forma drástica una curva que ya dura dos meses. La desescalada de la “bomba vírica” cumplirá un mes el próximo miércoles con una estabilización de 40 nuevos casos cada día, después de registra el pico más alto de casos activos de toda la pandemia el 18 de octubre con 1.610 casos.