Fue y es un San Martiño atípico, pero en el día del patrón de Ourense, la provincia rebajó el número de contagios activos a 929 y bajó la barrera de los mil que no se registraba desde el 4 de octubre. Una barrera rota en la provincia con una tendencia a la baja en el número de casos activos que viene acompañada también de una disminución en la cifra de casos activos en la ciudad hasta los 277, en O Carballiño hasta los 41 y en Boborás a los 9. Una curva que continúa en descenso y que ayer en el día del patrón de la provincia contabilizó 131 altas por curación y solamente 43 nuevos casos, que se traducen también en menos PCR diarias, según las cifras oficiales del Sergas que no contabiliza en las cifras los test de antígenos realizados.

Ourense mitiga el virus siendo el área sanitaria que mejor comportamiento está teniendo después de un mes de octubre muy duro en cuanto a cifra de fallecidos siendo el segundo más mortal de la pandemia con 82 víctimas, más de la mitad usuarios de residencias. Desde que se inició noviembre se contabilizan 27 fallecimientos donde solamente siete personas eran ajenas a residencias, todas las demás muertes correspondían con usuarios de geriátricos especialmente el de Os Miragres donde en lo que va de mes murieron 12 personas. Los fallecimientos totales se contabilizan en 264 y los de la segunda ola en 131, después de la muerte de tres mujeres a causa del virus. Una de 99 años de la Residencia La Saleta de Cea que finó en el CHUO y otras dos de 94, que fallecidó en su casa de Boborás, y otra de 88 que pereció en el hospital ourensano. Un día más la provincia cuenta muertos y cada día de noviembre se registraron de media tres fallecimientos.

Las unidades de críticos moderan la capacidad asistencial de sus instalaciones y ya son 15 pacientes los que se mantienen en un estado de gravedad, después de alcanzar la cifra de 19 personas entre la Unidad de Reanimación y la Unidad de Cuidados Intensivos. En relación a las hospitalizaciones, en el día de ayer 10 personas recibieron el test negativo y son 63 personas las que están hospitalizadas en el CHUO con 9 en comarcal de O Barco y 6 en el de Verín. En el día de ayer un total de 12 usuarios y 4 trabajadores de la Residencia Nuestra Señora dos Anxos de Ribadavia y 1 usuario y 2 trabajadores de la Residencia de Mayores de Viana do Bolo recibieron ayer sus resultados negativos y alivian la incidencia en las residencias de mayores de la provincia de Ourense, donde el foco más preocupante continúa en Os Miragres, intervenida por la Xunta, donde todavía hay 21 usuarios positivos y 37 trabajadores intentando luchar contra el virus.

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, puso en valor en el Parlamento de Galicia el trabajo colaborativo y la lealtad institucional entre la Xunta y los concellos gallegos en la gestión de la pandemia. El titular de Sanidad recaló que “la Consellería que dirijo mantuvo reuniones periódicas con los regidores de todos aquellos concellos en los que, por motivo de la evolución epidemiológica de estos municipios, fue preciso establecer medidas restrictivas”. También sostuvo que “desde el pasado 7 de septiembre, fecha en la que tomé posesión del cargo, mantuve un total de 72 reuniones con los alcaldes y alcaldesas de los concellos sometidos a restricciones. Además cada semana el secretario general, Alberto Fuentes, y el director general de Asistencia Sanitaria, Jorge Aboal, se reúnen durante una mañana con los regidores y regidoras que están bajo medidas restrictivas”. Y finalizó diciendo que “la web donde se recogen los datos de la incidencia del coronavirus en Galicia, tendrá un nuevo formato que ampliará todavía más la información y que recogerá los criterios comunes pactados entre las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad”.

Más presión hostelera

El sector de la hostelería continúa con su programación de acciones para reivindicar soluciones y ayer, de nuevo, se concentraron en la Plaza Mayor de Ourense para pedir medidas a su situación laboral y económica con un cierre total decretado desde el jueves pasado y sometido a restricciones desde inicios de septiembre. Tras las concentraciones de lunes, martes y miércoles, hoy programaron una caravana de vehículos que saldrá a las 12.00 horas desde la explanada de Expourense y que recorrerá toda la ciudad para visibilizar una lucha en la que sostienen que los poderes públicos deben aportar las soluciones a un escenario de inactividad. Los hosteleros se muestran cansados por la situación y no pararán hasta que los poderes públicos pongan encima de la mesa alternativas para que no suponga el cierre de los negocios, en muchos de los casos.

De una “bomba vírica”, a ser el área sanitaria con los mejores datos epidemiológicos de toda Galicia

“No es un juego de picaresca, de cómo escapar de las medidas. Debemos tomar medidas para contener la bomba vírica con el fin de evitar contagio del virus fuera de esta zona”, dijo el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña el pasado siete de octubre. Un mes después y seis endurecimientos de las medidas Ourense respira y celebra, no en abundancia, pero sí en solitario. Porque la provincia de Ourense rebaja una curva que puso y pone en jaque a los sectores económicos y sociales, además de los sanitarios, que tienen una pandemia particular por convivir con ella en primera línea desde el mes de marzo. De la “bomba vírica” de octubre a ser el mejor área sanitaria. El epidemiólogo y experto de Salud Pública de la USC, Francisco Caamaño, explicaba en una entrevista en FARO que “hoy es Ourense, pero puede ser Vigo o Santiago mañana”. Eso lo decía el 9 de octubre y un mes después acertaba en sus predicciones. También advertía que era más partidario de cierres totales durante menos tiempo y es que para que los ourensanos doblegasen la curva tuvieron que pasar restricciones duras y el cierre de una hostelería que agoniza cada día. En la palestra se habla de otro confinamiento total y el gobierno se lo plantea cuando antes no lo hacía, la Administración Gallega ya empieza hablar de confinamiento total, pero lo cierto es que los ourensanos, ahora, están mejor que nadie y el confinamiento a la provincia no se estudia. La incidencia epidemiológica a siete días destiñe el rojo de la alerta con la que la provincia estuvo durante mes y medio y ahora solamente falta un último esfuerzo, para pasar la segunda ola, que en datos ya es casi peor que la primera. Más casos activos por la reanudación de la actividad educativa y social, a escasas dos muertes de igualar las de la primera ola cuando la pandemia cogió desprevenida a la sanidad, a los poderes públicos y a la sociedad. Ahora, Ourense respira, solo queda un último aliento de esfuerzo hasta que aparezca la vacuna.