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Jorge Bermello, el mejor presidente del Ourense

Una alineación de CD Ourense en su época.

Queremos dedicar el artículo de hoy a Jorge Bermello Fernández, que para nosotros fue el mejor presidente que tuvo el desaparecido Club Deportivo Ourense en sus 62 años de historia, aprovechando que en los últimos días se viene hablando con insistencia de la remota posibilidad de lograr la unión en un solo equipo de fútbol de nuestra ciudad de los actuales Ponte (de nombre oficial Ourense C. F.) y la U. D. Ourense. Tema que, de alguna forma, lo decidirán en asamblea extraordinaria los socios de este último, lo que vemos realmente difícil, a no ser que el Ponte deje de ser sociedad anónima deportiva (sistema que desde que se creó en nuestro país fue para el fútbol un verdadero cáncer y "Coronavirus") y se incorpore al modelo de la Unión Deportiva, en el que son sus socios los que deciden asambleariamente su política deportiva, de promoción de la cantera propia y la política social y económica. Como lo fue durante décadas en nuestro país, y, por supuesto, en la época de Bermello, hasta que, por desgracia para el fútbol, con fecha de 15 de octubre de 1990 se crean por ley las SAD (Sociedades Anónimas Deportivas) y, en pocos años, para desarrollar su regulación, se aprueba un real decreto el 16 de julio de 1999, dados los problemas que se estaban creando. El nuevo "modelo", en el que decide el accionista "mayoritario", aun cuando no tenga ni idea de fútbol, y use el club para "lavado de dinero" u otros actos corruptos, y los socios normales dejan de tener voz y decisión, ha llevado a la desaparición desde hace unos años a equipos históricos como el Xerez, el Burgos, el Logroñés, el Salamanca, el Badajoz, el Almería, el Mérida, el Lleida y, entre otros, a nuestro Club Deportivo Ourense, que se había convertido en SAD el 24 de junio de 1996, y, por impagos y una deuda económica muy elevada, se consumó su liquidación en la maldita fecha del 15 de julio de 2014. Menos mal que una plataforma denominada "SOS CD Ourense" decidió fundar un nuevo club que empezó de cero en tercera regional en la temporada 2015-16, y mantener así viva la memoria del Ourense, asignándole el nombre de Unión Deportiva, para recordar también al equipo histórico del mismo nombre fundado en nuestra ciudad en 1942 y desaparecido en 1952, también por problemas económicos.

El grupo de nostálgicos presidido por Modesto García Puga, contó, para poner a andar el nuevo proyecto, con la inestimable ayuda al principio de ex-jugadores del Ourense como Adolfo, los hermanos Dacosta (que por suerte siguen al pie del cañón), Bericat, Víctor y Santi, entre otros. También muchos aficionados respondieron al apoyo haciéndose socios, y el nuevo club fue ascendiendo de categoría año tras año, desde la regional (3ª, 2ª y 1ª) hasta la tercera división ya de ámbito gallego. Y con el modelo, realmente positivo (al contrario que el de SAD), de accionariado popular de un socio un voto. Que es el que merece la pena conservar, porque es el válido y acertado y, además, no es necesario ascender a 2ª B, que es una categoría ruinosa y sin interés alguno. La tercera, con equipos nuestros gallegos es mucho más atractiva, de mucho menor coste, y los aficionados pueden desplazarse fácilmente a ver los partidos del club cuando juega en las diferentes localidades gallegas. Conservando la sana rivalidad deportiva.

Jorge Bermello Fernández vino al mundo en nuestra ciudad el 7 de abril de 1936. Por suerte, todavía lleno de vida y vigor, lo tenemos entre nosotros. Yo lo considero una persona excepcional, con grandes valores humanos y sociales. De agradable conversación, es muy sociable y dialogante y un modelo de emprendedor y excelente comerciante. Son famosas sus tiendas abiertas con su nombre en su ciudad. Se nota que de joven partió de la humildad y, por ello valora el trabajo, la dedicación y la laboriosidad. Alguna vez nos comentó que de joven se dedicó por un tiempo a la venta ambulante y hasta vivió como emigrante en la hermosa ciudad argentina de Mar del Plata. No es de extrañar por ello que tenga tanta sensibilidad y comprensión, a lo que le ayudó su alto nivel intelectual. Tampoco debe extrañar así mismo que, además de haber sido por un tiempo un magnífico presidente del Ourense (posiblemente el único en su historia que dejó el club con superávit económico), en las elecciones municipales de 1987, encabezando la lista de la coalición AP-CdeG, saliese elegido en el mes de junio por mayoría simple alcalde de nuestra ciudad. Pero fue una pena que por culpa de una injusta moción de censura, con apoyo de un concejal del CDS, tuviese que abandonar el cargo a los seis meses de ocuparlo, en diciembre de ese año, pasando a ser alcalde el socialista Manuel Veiga Pombo. Y los ourensanos no pudimos comprobar la valía de Bermello, cuya labor como alcalde estamos seguros que iba a ser muy importante para el progreso de nuestra ciudad, por lo que bien merecía por lo menos presidir la corporación municipal durante los cuatro años de la legislatura. Además de alcalde de nuestra ciudad por un poco más de seis meses, Bermello, entre 1993 y 2004, ocupó también un escaño en el Senado representando en Madrid a nuestra provincia de Ourense. En dos ocasiones presidió la Cámara de Comercio ourensana, por elección de los miembros de la misma. Por un tiempo fue miembro del consejo de la misma y presidente su hijo Jorge, el que en su momento, cuando fue elegido, dijo que el modelo siempre había sido su padre, del que aprendió todo lo que sabe, para llevar a buen puerto una empresa de más de 50 trabajadores, creada en 1949 y en la actualidad con 6 tiendas (una de ellas en Vigo) y una facturación anual aproximada de diez millones de euros. La firma comercial "Bermello" ya había sido fundada por el abuelo, el iniciador de la saga con tres generaciones en la misma. El cual también fue modelo para su continuador, al que le dedicamos este artículo. Que también indicó que de su progenitor aprendió infinidad de cosas positivas, pues ya de niño era "el chico de los recados" de su padre.

Cuando afirmamos que Jorge Bermello fue el mejor presidente que tuvo en su historia el Ourense, no queremos despreciar a otros presidentes, muchos de los cuales también realizaron una buena labor por nuestro histórico club. En nuestra mente están por ejemplo, Jesús Díaz, José L. Temes, Manuel G. Manzano, José F. Borrajo, Constantino Prieto, Jesús Lodeiro, Arturo Fernández, Florencio Álvarez (posiblemente, el segundo mejor), Indalecio Vidal y Manolo Rois. Incluso Antonio Docabo merece ser recordado, pese a muchas cosas oscuras en su relación con los árbitros y la política de fichajes.

Los dos presidentes anteriores a Bermello, Antonio Docabo y Juan Ribao, habían puesto mucho de su propio dinero en el club. El primero recuperó parte vendiendo al Burgos los cinco o seis futbolistas más valiosos de la plantilla, y además era constructor en la época en la que se iniciaba la burbuja inmobiliaria. El segundo que era sastre quedó, lamentablemente arruinado, y tuvo que dejar el club en el verano de 1980, con muchas posibilidades de desaparecer en aquel preciso momento. El delegado de la Federación Galega de Fútbol era Francisco Paz Sotelo (el famoso Paco Paz fallecido en accidente automovilístico en 1990), el cual, con la ayuda del periodista José Manuel Fernández Sobrino, acabaron no sin esfuerzo y paciencia, por convencer a Jorge Bermello para que asumiese la presidencia del club y salvarlo de la desaparición. Bermello tardó en decidirse porque sabía que el Ourense estaba en bancarrota y cargado de deudas sin nada a que echar mano, y además no era experto en fútbol, aunque de baloncesto sabía algo. Ambos, al alimón, en el antiguo "Café Corderi" de la calle de Ervedelo, le dijeron: "En definitiva, Jorge: sólo buscamos un presidente que gobierne el club tan bien como lo hace con su propia empresa, y te ayudaremos buscando un grupo de aficionados para formar la junta directiva del mismo". A partir de este momento quedó en pensarlo y, afortunadamente, acabó por ilusionarle la idea. Y terminó por ser el presidente al principio de una gestora. Convenciendo a los jugadores de casa para que no se marcharan y tuvieran esperanza de que, con el tiempo, las cosas se iban a solucionar, y lo que el prometía se iba a cumplir, por lo que les indicó que debían también tener confianza. Para asesorarlo y ayudarle eligió a un grupo con personalidad y con conocimientos futbolísticos y deportivos.

La primera medida que adoptó Bermello y los suyos fue realmente novedosa, al establecer el modelo de "las cuotas de socios para varios años", pagando recibos adelantados, tema en el que convenció a bastantes aficionados. Además consiguió establecer con Coren, la empresa ourensana más importante, un contrato de ayuda durante tres años a razón de cinco millones de pesetas anuales. Gracias a apoyar a Villar en la Federación, logró que en Ourense se jugase un encuentro internacional de futbolistas sub 21 entre España y Holanda, que reportó al club un buen ingreso por taquilla en el estadio del Couto. Muy acertadamente se rodeó de personas valiosas para llevar la dinámica gestora, económica y deportiva del club. Entre ellos queremos mencionar en primer lugar a José Ricardo Fernández Rodríguez, que además de entrenador, fue siempre un excelente gerente y hasta secretario técnico (más tarde lo acabó siendo en otros clubs como el Celta). También más tarde incorporó a Manolo Rois, otro excelente gestor y grande ourensanista, y a Manolecho Cabaleiro. A nivel deportivo durante su época el club tuvo como entrenadores a Negrillo, Manolín y Agapito Viñas (que en los sesenta había sido un excelente jugador del club). Sin embargo, la época más brillante fue con Mario Guede de entrenador (actualmente es el concejal de deportes de nuestro concello). Época en la que era hermoso ver jugar al equipo, con una gran mayoría de jugadores de nuestra siempre excelente cantera: Ares, Manolito, Lito, Tino, Nolis, Urbano, Nando, Quino, T oño Rivas, Neira, José Ramón, Andrés González, Bericat y Mugüerza (posiblemente el mejor extremo izquierdo de la historia del club). Los que contaron con el apoyo de otros jugadores gallegos: Quecho, Montoto, Toñito, Vila y Hortas. Las temporadas realizadas en segunda B fueron brillantes en su mayoría y, hasta cuando se redujeron los grupos, el Ourense logró no descender. En 1984 el equipo en segunda B inauguraba un terreno de juego de O Couto muy remozado, tanto en el césped como en sus gradas, pero los primeros partidos, a causa de las obras, tuvo que jugarlos fuera del Couto, y aun nos recordamos del éxito de los que disputó en Xinzo contra el Sporting Atlético de Gijón, en Ribadavia contra el Andorra de Teruel, y en Balaidos contra el Pontevedra y también contra el Alavés. Gracias a esto y a las recaudaciones por entradas de los encuentros, el club ingresó en dos meses en su tesorería 22 millones de las pesetas de entonces. Si tenemos que destacar los hechos más destacados y positivos de la gestión en la era Bermello, no tenemos ninguna duda que fueron los siguientes: primero, el lograr entusiasmar de nuevo a los aficionados de un club histórico (el único que en una temporada logró ganar el cien por cien de los partidos jugados, por lo que alcanzó la medalla al mérito deportivo); segundo, que fue la época sin duda en la que más se contó con la cantera ourensana, con una alienación siempre con más de un 80 % de jugadores de Ourense, lo que provocaba mejor la identificación entre afición y equipo; y, tercero, por último, que con Bermello el club en toda su historia tuvo el mejor resultado económico, con un superávit, cuando en 1986 dejó el club, de más de 22 millones de pesetas. Desglosados fueron 17 millones por cuotas de socios, 19 por taquillas, por publicidad en las camisetas 9, por explotación de los bares del estadio 2, por publicidad en el recinto 3, por la subvención de la Liga 4. En total casi 80 millones de ingresos, y aun quedaban algunos encuentros para acabar la temporada. Un balance ciertamente magnífico y ejemplar.

(*) Educador Social y Animador Cultural.

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